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Revista de escuelas normales (Guadalajara)

Boletín de escuelas normales || Revista interuniversitaria de formación del profesorado
Educación
Es continuadora del Boletín de escuelas normales (1922), y como este, será órgano de la Asociación Nacional del Profesorado Numerario. Edita desde 1923 hasta 1936 un total de 120 números, con periodicidad mensual, excepto de julio a septiembre. Además de en Guadalajara, será editada también en Cuenca, Córdoba y Madrid. Modesto Bargallo, que había sido el director del boletín, lo seguirá siendo de la revista hasta 1927, cuando es sustituido por Rodolfo Llopis. Sucesivamente la dirigirán también Antonio Gil Muñiz (1930-1932), otra vez Bargallo (1932-1932) y, por último, Pablo Cortés (1933-1936). Se trata de la única publicación específica de la formación del profesorado primario que ha habido en España, reflejo de las corrientes pedagógicas y científicas y de la labor de renovación de la formación de los maestros españoles en las décadas de los veinte y treinta del siglo veinte. Mantiene casi las mismas secciones que su antecesor, percibiéndose leves variaciones. Inicia cada número, de entre 32 y 46 páginas, con una especie de editorial, donde se plasman las reivindicaciones profesionales y corporativas. Le sigue “Educación y enseñanza”, en donde quedan reflejados los problemas generales de pedagogía y materias de carácter científico y social relacionados con la enseñanza; “La Normal en acción”, con trabajos de los profesores sobre la labor escolar y la práctica cotidiana de las escuelas normales, lecciones, prácticas y formación de laboratorios, museos, bibliotecas, etc.; “Al margen de lo legislado”, con comentarios sobre la normativa; “De todos”, reflejo del pensamiento de los profesores; así como otras dedicadas a prensa y noticias, libros y revistas tanto españolas como extranjeras, a páginas pedagógicas y artículos literarios y científicos sobre los problemas educativos, y las que dan cuenta de la actividad societaria y económica de los profesores. En suma, se recogen experiencias e investigaciones del profesorado normalista, pero también artículos doctrinales y metodológicos. Sus colaboradores serán los mismos profesores, entre estos resaltan Pedro Chico, Isidoro Reverte y Miguel Santaló, en geografía; Federico Landrove, José María Exralar y Daniel Carretero, en matemáticas; el citado Bargallo, en química, física y ciencias naturales, y Alejandro Tudela y María Victoria Jiménez, en pedagogía. Otros colaboradores serán Manuel Bartolomé Cossío y María Motessori. Tras la desaparición de la revista en 1936, año en el que publica sólo cinco números, en 1970 es editado en Madrid, por la subdirección general de Servicios de Enseñanza Primaria, un “número experimental” bajo el mismo título de casi dos centenares de páginas, también como órgano del profesorado de las escuelas normales, y con motivo de la aprobación de la ley general de educación y financiación de la reforma educativa. Será continuada a partir de 1987 por la Revista interuniversitaria de formación del profesorado. Alejandro R. Díaz Torre, María del Mar Pozo Andrés y Manuel Segura Redondo, publican un artículo en su primer número de 1988 sobre la historia de la revista.