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Mercurio (Barcelona)

Revista comercial hispano-americana || Revista comercial ibero-americana
Rahola, Frederic (1914-1992), dir.
Cultura || Economía
Aparece su primer número el tres de diciembre de 1901 como publicación mensual y con el subtítulo “revista comercial hispano-americana” -en 1904 adopta el término ibero-americana-, fundada por el economista y comisionista José Puigdollers y Maciá (1866-1908), como director-propietario; el periodista y escritor Federico Rahola y Trémols (1858-1919), como director, y el reconocido pintor y escultor Pedro Casas Abarca (1875-1958), como director artístico y pronto, también, como presidente de su consejo de administración, a los que se suman el jurisconsulto y financiero Rafael Vehils y Grau-Bolívar (1886-1959) y Mariano Viada y Lluch (1867-1947), siendo estos dos últimos los que la codirijan tras el fallecimiento de Rahola, así como el economista republicano José Zulueta y Gomis (1858-1925). Todos ellos integran un destacado grupo del catalanismo burgués dedicado al establecimiento de un proyecto internacionalista-americanista a través de las relaciones comerciales y económicas, sin obviar las cuestiones sociales y culturales. Ello sucede al poco de la pérdida de las últimas colonias españolas y la depresión nacional consiguiente que da lugar a la que se denominará Generación del 98, y apenas concluido el famoso Congreso Social y Económico Hispano-Americano (Madrid: 1900), que, como instrumento modernizador, inspirará la salida de esta revista, desde donde el grupo catalanista sustituirá el discurso tradicional americanista de la raza y la historia común por el de los intereses comerciales (Fernández Moya: 2006). En su primera etapa, la revista será órgano de la Casa Comisionista de exportación e importación, que, como sociedad en comandita, había establecido Puigdollers, asociado a la Compañía Transatlántica Española, propiedad del marqués de Comillas. Al poco, desde el grupo será fundado el Centro Jurídico Iberoamericano (1902), que después adopta el nombre de Instituto Jurídico Iberoamericano, así como la Sociedad Libre de Estudios Americanistas (1909) y el Club Americano (1910), fusionándose estas dos organizaciones en abril de 1911 para crear la Casa de América en Barcelona, cuyo director será Vehils hasta 1936 y en la que participa también el segundo marqués de Comillas, Claudio López Brú (1853-1925), convirtiéndose la revista en su órgano editorial. En torno a 1917, sus principales integrantes se adhieren a la Liga Regionalista catalana, liderada por Francisco Cambó y Batlle (1876-1947), obteniendo tanto Rahola, que fue también secretario de Fomento del Trabajo Nacional, como Vehils actas de diputado en las Cortes Generales, en el caso de este último en 1918-1921 y 1923. Asimismo, en 1927, crearán el Instituto de Economía Americana. La publicación adopta para su título al dios de los comerciantes, es impresa en papel cuché y tiene un diseño modernista que le dota Casas Abarca, quien renovará la publicística artística catalana a través de los innumerables anuncios comerciales que diseña para su inserción publicitaria en sus páginas. Pronto, la revista dispondrá también de oficinas en Madrid y comienza a tener dos ediciones, una bajo la denominación “edición ilustrada de política económica” y otra, en formato rústico y hasta 1937, bajo la dirección de Simeón Mugüerza y Sanz (1851-1921) y, después, Mariano Viada Viada, como “edición comercial y de transportes”. La colección de la Biblioteca Nacional de España corresponde a la primera y acaba el siete de octubre de 1920, con el número 369, en su XX año de edición, faltándole el año 1919. La de la Hemeroteca Municipal de Madrid alcanza hasta 1937, pero este título estuvo publicándose hasta mediados de 1938. Tanto la revista como el grupo catalanista y americanista que la sustentó, procedente de la Universidad de Barcelona y que llegó a proyectar una Universidad Hispano-Americana, y la aventura jurídica, empresarial y cultural que llevó a cabo han sido estudiados pormenorizadamente por Gabriela Dalla-Corte Caballero en importantes trabajos, ofreciendo el índice completo de los artículos publicados, firmados por una nómina de autores y autoras que supera el número de 800. Se trata de una publicación ilustrada, no sólo con dibujos, sino con profusión de fotografías en blanco y negro, además de planos y mapas, que acompañan a sus artículos, reportajes y crónicas (también llegará tener una sección propia de Información gráfica), a través de los cuales sus artífices difundirán sus iniciativas para hacer de Barcelona la capital de un impulso económico en España, que quedarán plasmadas también a través de su participación en la Exposición Universal de 1929. Según Dalla-Corte, la revista sirvió de idóneo instrumento de propaganda mercantil con la pretensión de “aumentar la riqueza y la población, para influir en la general cultura y renovar por competo la política, haciendo que el Estado sea mirado como un apoyo y un impulso en vez de ser un obstáculo y una rémora”. Así, “sus casi cuarenta tomos constituyen un compendio de doctrina en materia jurídica, comercial, financiera y sociológica dirigido a industriales, comerciantes y exportadores interesados, entre otras cosas, en hacer desaparecer todo tipo de resquemor que todavía existía en América por el carácter del vínculo colonial”. También, la citada autora ha analizado comparativamente la renovación iberoamericanista española emprendida por el grupo catalanista en torno a Mercurio y la intelectual impulsada por el humanista Rafael Altamira desde la Universidad de Oviedo, a las que califica de paradigmas. Por su parte, Manuel María Urrutia León (2008) ha estudiado las colaboraciones de Miguel de Unamuno en esta revista. Algunos nombres, de lo citados, en catalán: Frederic Rahola i Trèmols, Marià Viada i Lluch, Rafael Vehils i Grau-Bolívar, Francesc Cambó i Batlle, Lliga Regionalista, Institut d’Estudis Americanistes, Casa d’Amèrica e Institut d’Economia Amèricana.