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El Toreo (Madrid. 1874)

Correspondencia teatral
Toros
Nace como suplemento de la revista semanal La correspondencia teatral (1873-1875) el seis de abril de 1874, y al año siguiente aparece ya como revista independiente, llegando a ser decana de la prensa taurina madrileña a principios del siglo veinte, al mismo tiempo que alcanza grandes tiradas (4.000 ejemplares en 1913 y unos 2.500 entre 1920 y 1927). Sus principales críticos utilizarán sucesivamente el mismo seudónimo: Paco Media-Luna. Se trata de Emilio Sánchez Pastor, que tras una larga carrera periodística pasará a dedicarse a la política, y Antonio Ibáñez González (1850-1913). Al principio en números de cuatro páginas y en su última época de ocho, su frecuencia será irregular, al principio se señala que saldrá “al día siguiente de cada corrida”, para después tener una periodicidad semanal, saliendo los lunes y más tarde los jueves y por último los sábados. Abarca una gran época de la tauromaquia, y a lo largo de sus 54 años de existencia permanecerá en su cabecera un grabado de la Plaza de Toros de Madrid que en 1874 se había inaugurado en la calle Goya. Insertará también algunos grabados de toreros, pero sobre todo en su última década de vida introducirá la fotografía taurina (retratos, lances taurinos, etc.). Junto a la revista La lidia, consiguió un merecido crédito entre los aficionados por su independencia y alta calidad, contando con corresponsales en todas las provincias españolas y en los países de habla hispana. También llega a contar con el servicio de despachos telegráficos. Además de las crónicas, críticas o revistas taurinas, publicará también una guía taurina con los nombres de los toreros y sus apoderados, además de anuncios comerciales. También dio cabida a charadas y acertijos y a artículos sobre el arte, la técnica y la historia taurina. Desde el 28 de octubre de 1874 hasta el 13 de marzo de 1875 llega a estar suspendida, y a partir de esta última fecha su propietario, editor y director será Pedro Núñez Samper, de cuya imprenta había estado saliendo, hasta que a la muerte de este, en 1903, le sucede en esta empresa Mariano Núñez Samper. La colección de la Biblioteca Nacional de España termina el 20 de agosto de 1927, pero debió seguir publicándose hasta el siguiente año, y durante esta etapa de la dictadura primoriverista sufre también la revisión de sus ediciones por la censura militar.