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Heraldo deportivo (Madrid)

Deportes
Revista decenal (aparecía los días 5, 15 y 25 de cada mes) especializada en deportes, que empieza a publicarse en junio de 1915, fundada y dirigida por uno de los periodistas deportivos más rigurosos de la época, Ricardo Ruiz Ferry (1879-1956), quien ya había trabajado para El heraldo de Madrid, y después lo hará también para El imparcial y El sol, escribiendo una página semanal deportiva para este último diario. Ruiz Ferry llegará a ser miembro del primer Comité Olímpico español y estuvo estrechamente ligado a instituciones y sociedades deportivas, como el Real Aero Club de España, del que será su presidente. Inserta reportajes, crónicas y noticias de todo género de deportes, escritas de forma amena por periodistas especializados: fútbol, hípica, lucha, colombofilia, esgrima, tenis, tiro de pichón, natación, automovilismo, motorismo, aviación, atletismo, hockey, vela, golf, etc. Es una publicación muy ilustrada con fotografías, además de dibujos y algunos planos, algunas de ellas aéreas sobre algunas ciudades, siendo también interesantes las instantáneas de competiciones como las automovilísticas en las que se pueden observar algunas de las entonces carreteras españolas. Junto a otros reportajes sobre montañismo, también publica otros de carácter turístico con profusión de fotografías, actividad que su director la entendía como una actividad deportiva más. Se interesa también sobre la educación física en los centros educativos y sus tesis representaban la “opinión purista” del deporte y la cultura física, mostrándose su director y propietario contrario al mercantilismo profesional que alcanza al fútbol y el boxeo, frente a la opción “popular” y el reconocimiento del éxito deportivo como un hecho de masas que llegó a mantener Gran vida (1903-1936), la otra gran revista madrileña de la época de este mismo carácter. Aparece en entregas de doce páginas, que más tarde llegará a ampliar hasta las dieciséis. El 25 de diciembre de 1923 publica un número de 62 páginas dedicado a los Juegos Olímpicos de 1924. Estuvo apareciendo ininterrumpidamente más de veinte años y llegó a alcanzar un gran prestigio, siendo el número 742 el último de la colección, correspondiente al 25 de diciembre de 1935.