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La Vida española (Madrid. 1905)

Revistas de información general
Con el subtítulo “revista popular”, comienza a publicarse el siete de enero de 1905, como un magazín en que se aúnan principalmente reportajes y crónicas acompañadas de fotografías con textos de creación literaria, estos ilustrados con dibujos, siendo una publicación de transición entre la ilustración decimonónica y un naciente reporterismo gráfico. Aparecerá cada domingo, en entregas de dieciséis páginas (a veces, 12 o 14), sin foliar y compuestas a dos columnas, siendo su propietario y director Ginés Carrión Eugelmo (que fallecerá en 1924), también fundador y editor del “semanario taurino ilustrado” madrileño Sol y sombra (1897), que aparecía los jueves, y que a partir del 13 de junio de ese mismo año también comenzará a publicar los martes el semanario festivo y humorístico Cake-Walk, así mismo de dieciséis páginas, ocho de ellas de caricaturas en colores. Los contenidos de La Vida española serán el arte, la literatura, actualidades, modas, teatro o música, y sus entregas llevan una cubierta ilustrada, a veces, estampada en color. Tendrá algunas secciones habituales, como una Crónica, que firmará Antonio Zozaya; De corral en corral (charlas del sábado), por José Nogales; Tela cortada, bajo el seudónimo El Sastre de Campillo; Crónica femenina, que firma Colombine y después Salomé Núñez Topete; Siluetas teatrales, por Adolfo Sánchez Carrére; Novelistas españoles, bajo la firma de Alfonso Hernández Catá; El Madrid que desaparece o una sección de Figurines. Algunos números estarán dedicados casi completamente a acontecimientos de actualidad. Entre sus reportajes, siempre acompañados de fotograbados, estarán los dedicados a pintores, como el del pintor Francisco Padilla en su estudio, que firma Pascual Millán y está ilustrado también con la reproducción de algunas de sus obras; el titulado La Universidad del obrero, firmado por Manuel Carretero; los dedicados (números 11 y 12, de 19 y 25 de marzo, respectivamente) a José Echegaray con motivo de ser el primer español galardonado con el Premio Nobel de Literatura, acompañados de 24 fotografías con los retratos de otras tantas escritoras españolas adheridas al homenaje o de actrices o actores intérpretes de sus obras teatrales, y de los actos que se llevaron a cabo en la Biblioteca Nacional de España; el dedicado (número 18, de 6 de mayo) al centenario del Quijote; al del funeral del político Francisco Silvela (número 22, de 3 de junio); al del traslado de los restos mortales de Jaime III a Palma de Mallorca, o al del viaje de Alfonso XIII a Badajoz. También inserta fotografías de actualidad política, así como chistes o humor gráfico y jeroglíficos. También publicará reportajes sobre la Semana Santa en Sevilla o Murcia; las Fallas de Valencia o la Feria de Sevilla, y retratos de ilustres escritores. Contará para ello con la colaboración de un buen número de fotógrafos, que se dedicarán así a realizar labores de reporterismo gráfico, tanto en Madrid como en otras capitales de provincias. Entre ellos aparecen, seguidos de la indicación inst. (instantáneas), las firmas de J. Aragón, L. Alonso, Moreno, Muñoz Baena, Rafael, Merletti, Olmedo, Baglietto, Derrey o Moya, entre otros muchos. A ellos se suman los dibujantes Santana Bonilla, Karikato, M. Ángel o A. Sánchez, como autores de sus dibujos. Entre los autores de sus textos, principalmente de creación literaria, tanto en prosa como en verso, pero también periodísticos, se encuentran Ramón María del Valle Inclán, Salvador Rueda, Narciso Díaz Escovar, Manuel Ramos Carrión, Felipe Pérez y González, Luis de Oteiza, Enrique de Mesa, Teodoro Llorente, Francisco Antón, Emilio Ferrari, Luis Falcato, Pedro Barrantes, Federico Reaño, M. Marzal y Mestre, Antonio Fernández Arreo, Jaime Martí-Miquel, o los que firman bajos los seudónimos El Doctor Thebussem o El Bachiller Ventolera. Con el seudónimo Allegro se firma una sección dedicada a la música bajo el epígrafe Entre corcheas. También contará con un corresponsal en París, Ginés de Arlés García. La última entrega de este título en la Biblioteca Nacional de España es la numero 31, del 26 de noviembre de ese mismo año 1905. A pesar de su buena factura periodística, su vida no alcanzó el año.