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La Unión (Sevilla. 1918)

Carlismo || Periódicos
Su inscripción en el registro de prensa del Gobierno Civil de Sevilla es del 24 de mayo de 1918, apareciendo al día siguiente, como diario gráfico “independiente”, siendo su propietaria y editora la Asociación Sevillana del Trabajo, Protección y Cultura, presidida por Pedro Fernández-Palacios y Labraña (1862-1932), a quien se le atribuye su fundación. Fue órgano de la patronal sevillana Unión Comercial, que en esos años formó parte con los mauristas de una coalición electoral de derechas. Su primer director fue el periodista Ramiro Guardón, hasta que en 1922 empiece a dirigirlo el periodista carlista Domingo Tejera de Quesada (1881-1944), que lo adscribirá a la derecha tradicionalista, adquiriéndolo en mayo de 1931. Tejera será diputado por la integrista Comunión Tradicionalista en las Cortes de 1933. Fue favorable a la dictadura primoriverrista, aunque “con algún guiño crítico” (Julio Ponce Ortega: 1998), y durante el periodo republicano, además de sufrir algún asalto, fue multado y suspendido en varias ocasiones, especialmente tras la sanjurjada de agosto de 1932, al “jalear” el golpe de Estado “quizá como ningún otro diario español” (Checa Godoy: 1989). Según indicaba El Siglo futuro, en 1935, no era considerado órgano oficial de la Comunión Tradicionalista sevillana, aunque “defendiese sus ideales” (Seoane y Sáiz: 1996), pero su director apoyó al jefe nacional de este partido del catolicismo ultraconservador, el sevillano Manuel Fal Conde (1894-1955), quien por su parte había organizado un trust de la prensa carlista andaluza bajo el control de la Impresora Bética, S.A. (IBSA). Véase: Ramón Reig García (2011). Con dos ediciones diarias, la colección de este título en la Biblioteca Nacional de España corresponde a la de la tarde y va desde el 18 de julio al 31 de diciembre de 1936, y lleva el subtítulo “diario gráfico independiente”. Con el rápido triunfo del golpe dirigido por el general Gonzalo Queipo de Llano (1875-1951) en la capital hispalense, el día siguiente no apareció ninguno de los cuatro diarios que se publicaban en la ciudad: el cedista de Acción Popular y decano El Correo de Andalucía (1899), el monárquico ABC (1929) y El Liberal (1901). El lunes 20 volverán a publicarse, excepto el último, que venía siendo el de mayor difusión no sólo en Sevilla sino en toda la región andaluza durante el periodo republicano, de cuyos talleres los falangistas empezarían a publicar el semanario FE (1936-1946). Con poca audiencia desde su fundación (Checa Godoy: 2011), el diario de Tejera, como órgano de propaganda de los carlistas sevillanos, revindicó las grandezas del requeté en los frentes de la guerra, siendo valedor del espíritu de cruzada (Concha Langa Nuño: 1998). Además fue el que más sobresalió en el ataque a la masonería (Ortiz Villalba: 1990). Aunque modifica sus dimensiones, su formato será siempre tabloide, entre las 16 y las 20 páginas, compuestas a cuatro columnas, que después reducirá a doce y a ocho. Sus portadas y la mayor de las veces, su contraportadas, son eminentemente gráficas, con fotograbados o fotomontajes de actualidad, siendo su principal reportero gráfico el madrileño Ángel Gómez Beades (1902-1983), que había ingresado en La Unión en 1933 y firmará sus instantáneas como Gelán (su nombre escrito al revés). Entre otras firmas de sus fotos aparecen las de F. Santos o Butler. En estos números editados en los seis primeros meses de la guerra civil, empezará cada uno con la transcripción de Las charlas del general Queipo de Llano, previamente difundidas por Unión Radio de Sevilla. Sus contenidos van estructurados en numerosas secciones, entre las que destacan: La situación militar, El asedio de Madrid, Las plazas sitiadas, La situación de España, Noticias de la tarde, Parte oficial, Comunicados oficiales, Gacetilla, Noticias de última hora, Cuartel general del generalísimo, España en el extranjero, Extranjero, Cartelera, Religiosas (prestó especial atención a este tipo de actividades), Taurinas, Información de la región, o Lo que sabemos por la radio y la prensa de Madrid. También publica entregas de crónicas de guerra bajo los epígrafes Crónica de campaña, firmada por R. Scheider, y El cronista en campaña, bajo la firma de Jorge Villarín. Aparecen también otros nombres bajo textos de noticias o comentarios referidos al desarrollo de la guerra y en sus páginas son publicados también bandos, mensajes, discursos, declaraciones o alocuciones, principalmente de los altos mandos militares golpistas, como los generales Emilio Mola (1887-1937) o Miguel Cabanellas (1872-1938). Así mismo, abundan las inserciones publicitarias, principalmente de comercios locales, algunas de ellas ocupando planas completas e, incluso, a veces, la de la contracubierta. Como los demás diarios sevillanos, publica ediciones conmemorativas del “18 de julio”, en 1937 y 1938. A partir de la asunción del general Francisco Franco (1892-1975) de la jefatura del “nuevo” Estado, en octubre comenzará a aparecer bajo su cabecera el lema:” Una Patria. Un Estado. Un Caudillo”. También inserta otros reclamos propagandísticos de guerra, como el que reza: “Denunciad y detened a los traidores”. Aunque no aparezca en sus números la indicación de “visado por la censura”, como lo fue la prensa republicana, como resultado de ella algunos de sus textos no pueden leerse al haber sido machacado el plomo de su composición y, según Reig García (2011), en concreto, fue reacio a la unificación de milicias. Aunque este autor, señala que estuvo publicándose hasta mayo de 1940, en un buen número de referencias bibliográficas se indica el 31 de diciembre de 1939 como último día de su publicación. Además de los citados, véanse también, entre otros, el estudio sobre el primer año de vida de este diario de información general, de M.J. Ruiz Acosta (1996); el de la prensa sevillana en el siglo XX, de Alonso Braojos Garrido y María Jesús Comellas Aguirrezabala (1991), o el de la historia del periodismo español, de Pedro Gómez Aparicio (1981). [Descripción modificada el 3/10/2018]