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Álbum pintoresco universal

Museo de familias
Semanarios de amenidades
Se considera a esta revista ilustrada como continuación de la también barcelonesa El museo de familias (1838-1841), cuyo primer cuadernillo –que lo fue de muestra- se publica el uno de junio de 1841, encabezado por el prospecto, en el que se indica que comenzará su edición periódica el uno de julio, tal como así se anuncia también en el diario barcelonés El constitucional el dos de julio de ese año. Lo hará en entregas de 24 páginas, compuestas a dos columnas, y con periodicidad quincenal. El impresor y librero Francisco Oliva es su editor y, con toda probabilidad, su director, pues no se conoce ninguna otra mención de esta responsabilidad. Tal como señala el citado prospecto, se publica en un momento en el que en España se ha generalizado la afición a la lectura de las denominadas “obras pintorescas” -sinónimo de ilustradas-, es decir, caracterizadas por la divulgación -como medio de instrucción- de la historia, la geografía, los usos y costumbres, la biografía, la arquitectura, la arqueología, los adelantos técnicos o los conocimientos sobre la naturaleza, entre otras materias, a lo que se suma la crónica viajera (por España, China, Suiza, Laponia, Rusia, Egipto, Francia, etc.) y la amena literatura (novela, teatro o poesía), pero acompañados sus textos de grabados, entonces realizados en madera de boj, y en tal sentido, la revista –dice su editor- no tenía rival en España en lo “tocante al género de las numerosas láminas” que inserta. En el encabezamiento de sus paginas reduce el título a Álbum universal, y en su cabecera le acompaña la indicación de “obra popular”, enriquecida o adornada con numerosas y primorosas o exquisitas láminas intercaladas en el texto, y como “colección de artículos relativos a toda clase de ciencias y artes; parte recopilados de las obras europeas más acreditadas, y parte originales escritos por los principales escritores españoles”, y cita a Pedro de Madrazo, Eugenio de Ochoa, Pedro Pidal, Patricio de la Escosura o Antonio María Segovia (El Estudiante), como sus colaboradores, aunque alguno lo fuera sólo de manera testimonial. Su denominación de “álbum” lo asemeja a la de enciclopedia, como continente de diversas materias, tratadas de forma amena; y el universal, al referirse a todos los países, de los que ofrece sus paisajes, ciudades, monumentos, personajes célebres (reyes, reinas, poetas, escritores o pintores, tanto históricos como contemporáneos), sus tipos y costumbres y, también, sus bellezas naturales. Para ello, su editor había adquirido en exclusiva los clichés del Magasin universal, y publicará –traducidos- textos procedentes sobre todo de esta y otras revistas parisinas famosas de la misma naturaleza, como Magasin pittoresque o Musée des familles, aunque no le faltarán otros originales de autores españoles, sobre todo capítulos o fragmentos de obras o artículos de costumbres, composiciones poéticas o ensayos de Mariano José de Larra, Antonio Alcalá Galiano, Álvaro Flórez Estrada, Juan Donoso Cortés, José Bermúdez de Castro, Santo López Pelegrín, Félix José Reinoso, Alberto Lista, Eugenio de Tapia, Alejandro Oliván, Vicenta Maturana, Musso y Valiente, Mesonero Romanos, Estébanez Calderón, Bretón de los Herreros, Duque de Rivas, Quintana, Zorrilla, Hermosilla, Balmes o Miñano, entre otros. Entre sus textos, aparecen trabajos sobre los judíos en la antigua Corona de Aragón, la vida monástica en la edad media, el estado de la escultura en Italia, la crisis comercial en Gran Bretaña, sobre las costumbres islandesas o las españolas, las religiones en Japón, la organización política de la Corona de Castilla, sobre las colonias inglesas o el discurso de recepción de Javier de Burgos en la Academia Española. Sus ilustraciones se insertan entre los textos o –como láminas- fuera de ellos, y aparecen retratos de Cleopatra, Homero, Virgilio, Montaigne, Molière, Lamartine, G. Washington, Carlos II de Inglaterra, Isabel de Baviera, Ana de Austria, el Duque de Borgoña, Simón Bolívar o Diego Clemencín, entre otros muchos, y junto a estos retratos de personajes históricos o contemporáneos, aparecen otros de tipos costumbristas, así como grabados de paisajes y parajes naturales de diferentes países, entre ellos España; de sus ciudades, de sus calles y plazas, sus monumentos y edificios artísticos, de castillos, palacios, templos, iglesias, abadías y catedrales; acueductos, puentes y torres; museos, bibliotecas, hospitales, escuelas y universidades; de ruinas, sepulcros y panteones; de sus jardines, o de reproducciones pictóricas y escultóricas, de antigüedades o de yacimientos arqueológicos. Son grabados concernientes a ciudades como Sevilla, Mérida, Jaca o Burgos; a las italianas de Verona, Bolonia, Florencia, Pisa, Siena, Venecia, Roma o Palermo; de Berlín, Constantinopla, Fráncfort, Malta, Irlanda, Georgia; Friburgo, Ámsterdam, Jerusalén, La Meca, Pekín, Viena, París, Munich o de las Islas Marianas, entre otras muchas localizaciones. También inserta dibujos de animales o de plantas. La colección está formada por tres tomos, con un índice alfabético por orden de materias, con inclusión de las láminas, al final; que está dividido en Biografías, Historia, Historia natural, Miscelánea de ciencias, artes, industria, literatura, etc., Costumbres, Pintura, escultura y poesía, Geografía y viajes y Monumentos. El primer tomo suma 578 páginas; el segundo, 570, y el tercero, 582 páginas. María de los Ángeles Ayala Aracil (1992) ha sido la primera en acercase al estudio de esta revista.