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Revista religiosa de El Siglo futuro

Siglo futuro || Ciencia cristiana
Religión
Esta publicación nació en 1879 ligada al diario que unos años antes había fundado el integrista católico Cándido Nocedal y desapareció en 1882 al ser absorbida por La Ciencia cristiana, revista que dirigía el catedrático de Metafísica Juan Manuel Ortí y Lara, colaborador de Nocedal y uno de los mayores defensores del neotomismo o ciencia divina en oposición a la ciencia moderna. De periodicidad quincenal, la publicación apareció un año después de la subida al solio papal de León XIII, de quien en sucesivas entregas publicó encíclicas, cartas, sermones y otros documentos. Así, por ejemplo, publicó en sus primeros números la encíclica Quod Apostolici Muneris, en la que para combatir el socialismo, “peste mortal”, el Papa recomienda la creación de sociedades obreras católicas. La revista se estructuraba en secciones fijas como Teología; Derecho canónico; Controversia, sobre asuntos polémicos; Bibliografía para reseñar todo tipo de obras siempre que no hubiesen sido condenadas por la Congregación del Índice; Movimiento católico, sobre la expansión del catolicismo y las misiones; así como Documentos eclesiásticos, publicados en latín. En su primer número, en la sección de Teología, la publicación daba cuenta de una carta inédita de Santo Tomás de Aquino encontrada en Montecassino. De acuerdo con las enseñanzas de León XIII, la doctrina de este doctor de la Iglesia del siglo XIII, puesta al día como neotomismo, debía servir a los católicos para combatir las corrientes filosóficas modernas como el positivismo y el evolucionismo. En su sección dedicada a las misiones, la revista de El Siglo Futuro dejó constancia de la expansión de la fe católica en los países de Asia y en Estados Unidos, así como a pesar de las dificultades en naciones europeas como Gran Bretaña y Alemania; y en su apartado titulado Controversia se pueden leer investigaciones tan curiosas desde nuestro punto de vista actual como la dirigida a demostrar que la historia china es posterior al Diluvio Universal. Con anterioridad a su integración en La Ciencia cristiana, la revista publicó, antes de que la obra saliera de la imprenta y llegara a las librerías, la introducción del tomo tercero de la Historia de los heterodoxos españoles, una de las grandes obras de Marcelino Menéndez Pelayo, adalid del catolicismo. Al igual que su publicación matriz, El Siglo Futuro, la revista estuvo consagrada a combatir el liberalismo, al que consideraba su enemigo, pese a que la posición del Papa cada vez iba siendo más matizada y contemporizadora. Pero ni Cándido Nocedal ni su hijo Ramón, que le sucedió en la dirección, estaban dispuestos a ceder. Como escribió en 1882 el colaborador de la revista y catedrático de Derecho Ventura Camacho: “La iglesia tiene derecho indisputable y deber sagrado de defenderse y de ahí la necesidad de descender a tomar parte en política”. [Descripción publicada el 5/6/2018]