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La Semana (Madrid. 1934)

Revistas satíricas y humorísticas
Con el subtítulo “resumen humorístico de la vida española”, apareció cada viernes desde el 22 de junio al 14 de septiembre de 1934, coincidiendo con la breve presidencia del Gobierno de Ricardo Samper (1881-1938) durante el denominado “bienio negro” o mandato de las derechas durante la II República Española, cuando el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux (1864-1949) estuvo gobernando con el apoyo de la CEDA, de José María Gil Robles (1898-1980). El semanario estuvo dirigido por el periodista asturiano Santiago Suárez Longoria y como administrador aparece José Sobrino González. El hecho de que el nombre del director aparezca indicado en la mancheta de la publicación es “poco corriente” en la prensa humorística, tal como señala José María López Ruiz, quien califica el periódico de incisivo, pero agradable, al utilizar un humor “correcto, gracioso y, dentro de la inevitable lucha política, respetuoso con el adversario”, no siendo hiriente como la derechista Gracia y justicia (1931-1936). En entregas de dieciséis páginas, utiliza la cuatricomía en su portada y en las páginas centrales, siendo un periódico de humor preferentemente de carácter político, aunque también dedica atención al mundo del teatro y a otros espectáculos, como los toros. Sus principales dibujantes son Vergara y Otho, autores de sus numerosos gráficos humorísticos, tiras cómicas, chistes y caricaturas. El semanario utiliza también las fotografías de actualidad para comentarlas desde la óptica del humor. Sus principales secciones son “Lo que dice la prensa”, “Cartas de amor”, “Cómicos y cínicos” y “Enciclopedia Espesa” (con definiciones). Sus textos suelen ser breves, a modo de apostillas, pero también publica textos más largos, como algunos de creación teatral, lo más probable escritos por su director, que en 1929 había participado en la fundación de la Alianza Republicana España de Cuba, y que quizá sea el “Chamaco” con el que se le conoce en la prensa hispanoamericana. Desde una ideología netamente defensora del régimen republicano (en su primer número inserta una parodia a la Marcha Real, de Rubén Darío), y como opositor a los “exhabruptos de una derecha, ejerce una crítica ácida, pero contenida, contra esa misma derecha” prefascista, tal como señala López Ruiz, a la vez que, a diferencia de otras publicaciones de su mismo carácter, comenta también con ironía noticias internacionales, como las referentes al canciller alemán Adolfo Hitler y el fascismo.