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25 División

Veinticinco División
Guerra civil
Con este título tan corto y explícito fue editada esta revista, unas de tantas de las publicadas por el Ejército Popular de la República durante la Guerra Civil. En este caso el responsable de la publicación es el Comisariado de la División, el órgano del Partido Comunista encargado de supervisar la unidad militar y facilitar la coordinación entre el mando profesional y las milicias populares. La BNE posee sólo el segundo número, de enero de 1938, pero no parece que se editaran más. Al frente de la 25 División estaba el coronel Juan Ibarrola, militar que había destacado durante la guerra de Marruecos. La unidad militar recibió el nombre de Columna Norte en la toma de la ciudad de Teruel. Precisamente la revista está dedicada en gran parte a glosar la toma de Teruel por las tropas republicanas en diciembre de 1937, con varias páginas de información y amplio despliegue gráfico. La conquista de esta ciudad aragonesa se planteó por parte del mando republicano como una ofensiva para contrarrestar la presión del bando nacionalista sobre Madrid. Franco decidió cambiar de estrategia y en febrero las tropas nacionales retomaron Teruel. Estas operaciones fueron de las más mortíferas de la guerra, a lo que contribuyó el intenso frío del invierno. Al margen de los episodios bélicos y de las páginas de propaganda, hay algunos reportajes curiosos en este número de la revista, como el titulado ‘Campos y fábricas de cara a la guerra’, con fotos curiosas como en la que vemos las labores de trilla y amontonado del grano en una era con animales, u otro sobre la recolección de la aceituna titulado ‘La cosecha de la oliva’. Entre las páginas destinadas a fomentar la moral del soldado y su espíritu de lucha destaca la titulada ‘El problema sexual del soldado’, que es muy esclarecedora de uno de los problemas internos con los que se enfrentaba un ejército de hombres jóvenes. Se trataba de evitar que los soldados se masturbaran y acudieran a los burdeles, donde podían perder energía para el combate. El artículo decía expresamente: ‘Los mozos fuertes y dignos pueden debilitarse o caer en las mayores degradaciones y contraer enfermedades que se llevan la salud y dejan inútiles para toda la vida. Y el soldado que por negligencia pierde su eficacia o tiene que causar baja, por tal motivo, es igual que el desertor que traiciona a sus compañeros y a la causa que defiende’. La impresión que causa la revista en general es de un producto bien hecho. Con 35 páginas, todo un lujo con la escasez producida por la guerra, es toda una demostración de que a principios de 1938 en el ejército republicano había una moral de victoria muy fuerte. Tras la guerra el jefe de la 25 División, Juan Ibarrola, que era capitán de la Guardia Civil cuando comenzó el conflicto, fue internado en un campo de concentración. Fue juzgado en consejo de guerra y condenado a muerte, pero se le conmutó la pena por 30 años de prisión. Se benefició de un indulto y salió de la cárcel tras la II Guerra Mundial y falleció en 1976 en su tierra, el País Vasco. [Descripción publicada el 16/8/2022]