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La Risa (Madrid. 1888)

Revistas satíricas y humorísticas || Periódicos
Con el subtítulo “periódico ilustrado, cómico y humorístico”, es fundado y dirigido en la parte literaria por el abogado, polifacético escritor y periodista de ideología monárquica Carlos Frontaura (1834-1910), que ya había dirigido con gran éxito el periódico festivo El Cascabel (1863-1877) y el infantil Los Niños (1870-1877 y 1883-1886). Su director artístico será el dibujante Alfredo Perea (1839-1895) y entre los autores de sus chistes, viñetas, tiras cómicas, caricaturas y dibujos de tipos populares y de escenas costumbristas, sociales y familiares aparecerán también el valenciano Cecilio Plá (1860-1934), Mariano Urrutia, J. Grós o L. Bori, así como las firmas de otros artistas del humor gráfico como Huertas, Araujo, Polanco, Pedrero, Souto, Herenchum, Diaque o Ignotus. Por sus contenidos, Saiz (1990) señala que tendrá carácter festivo sin intención política (aunque hará alguna incursión en asuntos locales), y Seoane (1996) dirá que será, más que cómico, ameno. Tendrá pues una línea ligera sin ser satírico (Rubio Cremades: 1998 y 2001), en donde Frontaura publicará sus cuadros costumbristas de corte moderado y burgués. Gómez Aparicio (1971) ya lo había tildado de “periódico mesocrático”, del que dirá que su principal característica será su apoliticismo, por donde desfilará “todo el Madrid sencillo, ingenuo, despreocupado y sainetero de los finales del siglo XIX”, dirigido a un “público elemental reclutado entre las clases medias” a las que les gustaba también esa “elemental” literatura. Señala también Gómez Aparicio que sus páginas son como un “cajón de sastre”, dada la multiplicidad de sus colaboradores literarios, que fueron en importante número los que congregó Frontaura. Entre estos se encuentran el valenciano Rafael María Liern, que también publica cuadros costumbristas, el gaditano José Jackson Veyán, Eduardo de Palacio, Manuel del Palacio, Mariano de Cavia, José Fernández Bremón, Manuel Ossorio y Bernard, Luis Royo Villanova, Salvador Rueda, Carlos Cano, Antonio Montalbán, Pedro J. Solas, Luis Coll, Carlos Miranda, Ventura Mallorga, F. Moreno Godino, R. Gil Osorio Sánchez, J.F. Sanmartín Aguirre, Mariano del Todo y Herrero, Rafael García Santisteban, José Cánovas Vallejo, José del Castillo Soriano o José Gutiérrez Abascal (Kasabal). Sus textos serán en prosa y en verso, comenzando cada entrega con la sección Crónica, de carácter social y literario, en donde no faltan los personajes propios, que suele estar firmada bajo el seudónimo Venturita. Otros de los seudónimos recurrentes en sus páginas será Vencejo. Sus novelas de cuadros costumbristas suelen ser publicadas por entregas. También tiene una sección de Pasatiempos inocentes y Liborio Porset publica epigramas. Enrique Sepúlveda, que fue otro sus más destacados colaboradores, dirá en 1889 que sus ilustraciones serán siempre fotograbados de “tipos elegantes” y “caprichosos dibujos”, de “firmas escogidas”, cuya intención fue “deleitar honesta y agradablemente”. Estuvo apareciendo cada domingo y duró exactamente un año, publicando su primer número el uno de enero, y el 53 y último, el 30 de diciembre de 1888, en entregas de 16 páginas, compuestas a dos columnas y con algunas portadas ocupadas enteramente por una ilustración cómica o un chiste. El impresor y libero Miguel Guijarro fue su propietario, en cuyo establecimiento se estampó. Marie-Linda Ortega y Marta Palenque también han estudiado la obra periodística de Frontaura.