Este título publica su primer número en enero de 1926, como “revista mensual ilustrada” –tal como indica su subtítulo– y como órgano de la Unión General de Obreros del Transporte, integrada en la Unión General de Trabajadores (UGT) y en la Federación Sindical Internacional (ITF), cuyos anagramas van estampados en su cabecera. Lo hace con la serie “segunda época”, al ser considerada como continuación de la revista Velocidad, publicada entre 1921 y 1925, también en Madrid, formando parte así mismo esta de la colección hemerográfica de la Biblioteca Nacional de España (BNE). El nuevo título tendrá la misma orientación sindical que la Sociedad de Chauffeurs y Aspirantes (1920) y la Unión General de Conductores de Carruajes, que, a finales de ese año 1925, se habían fusionado tras siete años de rivalidad y sumaban juntas varios miles de cotizantes del movimiento societario de los obreros del transporte madrileño, y que no era otra que la “preconizada” por la UGT y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), tal como se indica en su primera entrega. El presidente y el secretario del nuevo sindicato serán los socialistas Francisco Cordero López (1882-1928) y Ángel Martín Martín, que ya lo venían siendo de la sociedad La Velocidad: la redacción y la administración de la revista tendrá su sede en la Casa del Pueblo de la madrileña calle Piamonte, y tanto Cordero como Martín serán los responsables de su edición. La propia revista indicará que los antecedentes de las sociedades de obreros del transporte en Madrid tienen su origen en la entidad El Arte de Guiar, fundada en 1893. El primer número de Transporte estará dedicado al reciente fallecimiento y funeral de Pablo Iglesias (1850-1925), en el que se incluye un artículo de Fernando de los Ríos (1879-1949), titulado La muerte del maestro. Sus entregas variarán entre las 56 y las 44 páginas, con cubiertas –y a veces las páginas interiores- estampadas en papel cuché, primero en la Imprenta Artística de Sáez Hermanos y posteriormente en Gráfica Socialista. Además de artículos y noticias sobre el movimiento obrero, la actividad sindical, la composición, reuniones o instrucciones de los órganos de dirección o de las juntas generales del sindicato, su carácter es doblemente ilustrado. Por un lado, con la inclusión de otros contenidos de carácter literario o artístico, junto con otros políticos y biografías, además de los de naturaleza profesional y técnica; y, por otro, por estar ilustrada con dibujos, retratos, humor gráfico y sobre todo fotograbados de actualidad, dedicando, especialmente, las dos centrales a reportajes o crónicas, en las que Santiago Carrillo (1915-2012) será el autor de un par de ellos. Los epígrafes de algunas de sus secciones dan una idea de estos contenidos que se suman a los estrictamente sindicales y políticos: Paseos por Madrid, Notas de arte, Galería de nombres célebres, Figuras de actualidad, Rutas y turismo, así como los de Literatura social, Galería socialista o notas sociales de la vida internacional, o reportajes sobre el tráfico automovilístico en Madrid y otras capitales europeas. Otro de los aspectos que destaca de esta revista es la veintena de páginas, al principio y al final de cada entrega, que ocupa la publicidad comercial, la mayor parte de ella relativa al mundo del automóvil, además de otras inserciones en páginas interiores. También destacan los números extraordinarios que edita cada mes de mayo, con bellos dibujos estampados a color en su cubierta. A partir de su quinto año de edición, en enero de 1930, inicia una tercera época y, desde el mes siguiente (número 50), indica que es órgano de la Federación Provincial de Obreros del Transporte, que agrupaba a cinco sociedades en toda la provincia, cuyos fondos alcanzaban unas 300.000 pesetas. Desde el octubre de 1931 (número 70) ya no aparece con cubierta y su paginación se reduce a la treintena, reduciéndose así mismo las inserciones publicitarias. A partir de marzo de 1932, sus entregas se constriñen aún más, a dieciséis páginas, pero al mismo tiempo, publica suplementos a cada número, empezando con el 75, que aparecerán el día 15 de cada mes, editado por la Sociedad de Obreros y Empleados de Tranvías, de cuatro páginas cada uno e ilustrado también con dibujos y chistes gráficos. Con motivo de la revolución de octubre de 1934, la Casa del Pueblo, sede de la redacción y administración, quedará clausurada por orden del gobernador civil, coincidiendo con la aparición del número 106 de la revista, en su noveno año de edición. Se interrumpe su publicación y su siguiente entrega y última –número 107- corresponderá a julio de 1935, desde la que se "envía un fraternal abrazo a todos los compañeros presos y perseguidos por la reacción". Este título será continuado en agosto de ese mismo año 1935 por la revista Transporte U.G.T., que sigue su secuencia. Así mismo, entre 1932 y 1936, la ugetista Federación Nacional del Transporte en España editará la revista Fuerza. Ambas integran también la colección hemerográfica de la BNE.