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Diario cívico

Periódicos anteriores a 1850
Este es uno de los muchos periódicos que comenzaron a publicarse en la isla de Cuba con motivo de la libertad de prensa aprobada por las Cortes de Cádiz en 1810 como medida que ayudara en la guerra contra las tropas francesas de Napoleón, que tenían invadida la Península desde hacía dos años. La consecuencia de la libertad de prensa en Cuba fue que se reavivó el movimiento abolicionista por parte de los esclavos negros, a imitación de lo que había pasado en la vecina Haití. Con la derrota de la llamada conspiración de Aponte en marzo de 1812, la élite criolla y las autoridades peninsulares comprendieron que sus intereses coincidían y procuraron que la libertad de prensa no diese lugar a agitaciones populares. Este es el contexto en el que nació en 1812 el Diario cívico, periódico que publicaba anuncios de venta de esclavos sin mayor problema una vez que las rebeliones habían sido abortadas. Así, por ejemplo, en el número de 16 de octubre de 1812 leemos las siguientes ofertas: ‘Una negra criolla de 13 a 14 años, regular, costurera, sana y sin tachas, en 380 pesos libres para el vendedor’, o este otro: ‘Un negrito de dos años y medio, en 150 pesos igualmente libres para el vendedor’. El periódico constaba de cuatro páginas y adornaba su cabecera con un grabado de inspiración clásica. Su información era variada, predominando los artículos de fondo de tipo filosófico, didáctico o político, desde un punto de vista liberal moderado. Los relatos históricos y la poesía eran otros de sus contenidos. En la última página se publicaban anuncios comerciales, entre ellos los de venta de esclavos citados. El Diario cívico informaba igualmente de las resoluciones que tomaban las Cortes tras la aprobación de la Constitución en Cádiz, donde había también representantes de las provincias americanas. El último número de este periódico que posee la BNE es de 30 de septiembre de 1813, pero su vida se prolongó hasta 1814, cuando cesó con la vuelta al régimen absolutista de Fernando VII y la supresión de la Constitución. Uno de los principales colaboradores de este periódico fue el escritor y político Simón Bergaño y Villegas, que vivió gran parte de su vida en Guatemala, pero marchó a Cuba en 1808 y tuvo una prominente participación en la prensa de la isla. Destaca la fundación del Correo de las Damas, periódico con el que Bergaño tuvo problemas con el obispo por poner en cuestión algunos dogmas católicos. Más información sobre el Diario cívico y en general sobre la prensa cubana de la época puede leerse en abierto en la Red en: ‘El incendio gaditano; libertad de prensa en la Habana’, de Sigfrido Vázquez Cienfuegos, de la Universidad de Sevilla. [Descripción publicada el 8/09/2023]