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Cine-aventuras (Barcelona)

Cine aventuras || Betty Boop y sus travesuras || Betty Boop, cine-aventuras
Revistas infantiles
Con el subtítulo “la gran revista de la juventud”, esta publicación, generalmente, de historietas gráficas -que también buscará como lector al público infantil de ambos sexos-, comienza a aparecer semanalmente, probablemente, en octubre de 1935, conociéndose también con el título alternativo de Betty Boop y sus travesuras, nombre del personaje principal de la serie que ocupará siempre su primera página, estampada en color. Se trata de las aventuras de la misma protagonista de la serie de cine de dibujos animados producida, a partir de 1932, por los dibujantes, caricaturistas y hermanos de origen judío Dave (1894-1979) y Max Fleischer (1883-1972), pioneros en este arte cinematográfico a través de Fleischer Studios, siendo Max el que aparece firmando la serie que la revista barcelonesa publica, con el correspondiente copyright. Su diseñador, en 1930 había sido el animador y director Grim Natwick (1890-1990). De ahí también que esta publicación adoptara el título de Cine-aventuras, al ser las de Betty Boop una de las primeras series de dibujos animados en ser trasladadas, desde la gran pantalla, en donde triunfaba al comienzo del cine hablado, a la historieta gráfica. Betty Boop sería uno de los primeros personajes nacidos en el cine de dibujos animados con “un erotismo desbordante, a la vez que pícaro e ingenuo”, convertido en sex-symbol. Se trata de una joven que, dado su oficio de estrella cinematográfica, usaba falda ultra corta (aún no se llamaba minifalda) y que dejaba ver una liguero incitante, apareciendo ocasionalmente en topless. Un personaje involucrado en una serie de aventuras, que será calificado de “lascivo y sensual”, al tiempo que inocente, y caricatura anticipada de la pin-up. Esta “primera vampiresa animada”, como representación femenina del cómic humorístico erótico, tuvo serios problemas al ser acusada de inmoral, por lo que su falda tuvo que ser alargada y su liga arrancada, terminando siendo víctima del puritanismo y censurada a finales de la década de los treinta (Terenci Moix: 1968; Georges Sadoul: 1987; Jacqueline Mouesca: 2001, y María Lorenzo Hernández: 2017). La revista española que publicó su historieta gráfica y por la que se le conoce también, fue obra de la barcelonesa Editorial Marco, especializada en colecciones de tebeos, cómics y de literatura popular. Sus entregas son de ocho páginas, en las que intercala las planchas en blanco y negro y las de color. En estas inserta también otras series de historietas norteamericanas, entre las que se encuentran La gatita princesa, por Ed. Anthony y dibujos de Grace Drayton; Skippy y Siempre Marujilla, ambas de Percy Crosby; Las maravillosas aventuras de Johnny alrededor del mundo (= Jonny Round-the-world), por William La Varre; o en blanco y negro, como las tituladas Dos que no se casarán nunca y Makako y compañía, ambas por Cliff Sterrett, así como Las aventuras de los Fratellini, entre otras. Todas ellas con su correspondiente copyright. También aparecen publicadas historietas de autores españoles, como la titulada Las grandes cacerías submarinas, cuyo creador literario es J. Callejas y su ilustrador F. Darnis. Así mismo, inserta narraciones en serie, textos acompañados de dibujos, bajo los títulos El hombre relámpago, El sargento Juan Dupont o El pequeño grumete, entre otros. La revista fue impresa por Talleres Gráficos Irández, y al final de la última página de sus primeras diez entregas se indica su correspondencia a La Risa infantil, otra revista de cómics que Tomás Marco Debón también había comenzado a publicar en el año 1925, expresando en su indicación “segunda edición” a sus números 569 a 578. A un precio de 10 céntimos el ejemplar, incluía un cupón para obtener un obsequio con la denominación: “Miss Betty, Gran Teatro Betty Boop”. Cine-aventuras lleva su propia secuencia y su entrega número 12 inicia su segundo año de edición, es decir 1936. Su colección en la Biblioteca Nacional de España no es completa, faltándole cinco entregas, y acaba en la número 46. Debió seguir publicando más, pues Antonio Martín (2000), señala que “este tebeo empeora progresivamente en calidad”, citando el número 50. En 1937, Marco dejó de publicar tebeos y durante el franquismo –aunque había sido un editor republicano no afecto al nuevo régimen- siguió editando varios títulos de colecciones y cuadernos de cómics, incluido el tebeo La Risa infantil. La principal bibliografía para la historia del cómic y los tebeos españoles es la de Antonio Martín, en concreto sus trabajos de 1978, 2000 y 2011.