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Página: Mundo gráfico. 30/11/1932, página 14.

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Texto	14 MUt^DC GRÁFICO DE ANNUAL A FONTAINEBLEAU. A TKAVÉS \ i DE LAS PALABRAS DEL PADRE j i REVILLA.—EL FRAILE AVIADOR ! se al servicio de Dios había abrazado la carrer a de las Armas y lucido en las bocamangas de ESDE hace ya unos cuantos años, tal vez su uniforme las estrellas de capitán, apenas tuvo por el recuerdo de sus heroicas gestas en conocimiento del desastre de Annual, sintiendo la entonces inhospitalaria africana tierra quei en las entrañas el dolor de la catástrofe, se trasal tiempo mismo de ser acaecidas, impresiona- ladó en avión desde Burgos a Madrid, tomó ron profundamente mi calenturienta imagina- aquí el primer tren y desembarcó en Melilla al ción de muchacho, mantengo una amistad franmismo tiempo que las primeras tropas expedica y desinteresada con el Padre Revilla. cionarias. A raíz del desastre de Annual, la figura del Fué capellán del Tercio, y blandiendo un Padre ReviUa se colocó de pronto en los prime- Crucifijo, caminando en vanguardia sin temor ros planos de la actualidad. Ni antes ni después al peligro, jaloneó con su presencia todos los ha gozado español alguno de la adhesión sin- avances de la reconquista. cera, del fervor j)opular, de la admiración franCaído Monte-Arruit, cuando ya nada podía ca y unánime que acompañó al ilustre francis- hacerse por los que habían supervivido a la cano capuchino en todas sus andanzas marro- esftantosa consumación de la catástrofe, el inquíes. Fué algo milagroso, providencial, que signe fraile húrgales, en cuya alma generosa arquien lo desee podrá evidenciar hasta la saciedían elevados instintos de caridad fraterna, echó dad con solamente repasar las colecciones de sobre sus espaldas la difícil misión de enterrar revistas y periódicos de aquellos días trágicaa los muertos. mente inolvidables. Más de diez mil había desnudos, insepultos, Por encima de los fantasmas de millares de momificados, en la calle de la Amargura, que, muertos; por sobre el clamor de la juventud es- teniendo su punto de iniciación en Nador, no pañola, que abandonaba las posiciones ante la alcanzaba la cima del Calvario hasta Monte He aqvl U b n n wlampa inticUuiu de esta fnllc rebelde T andariego, paisano del Cid avalancha del enemigo ensoberbecido; de en- Arruit e Igueriben. tre el fragor de la espantosa derrota y de la Tras la recogida minuciosa, que ponía pavor triste odisea de los prisioneros, surgió como un en el ánimo de los más fuertes y valerosos, ben- revelar!, permaneciese callada mientras se huriris de amor el espíritu franciscano, el alma indecidos jx)r él, todos los cadáveres quedaron, taba al país el proceso de las responsabilidades, perseguido, hostigado desde las más altas maculada del Padre ReviUa, para poner una poco tiempo después, descansando para siemnota de esperanza y de abnegación en la nopre en la inmensa fosa común que preside una cumbres del Poder y de la Iglesia, el nombre che cerrada y tormentosa del espantoso de- cruz, pretendiendo abrazar a todos los héroes un día venerado del heroico capellán del Tercio sastre. y a todos los mártires de aquella jornada, con pareció darse al olvido, empero, para dedicar sus actividades a otras empresas sociales, en Don Eloy Gallego E.%ríbano. hoy fray Emi- la infinita misericordia de sus brazos. las que ha logrado dar con la verdad, suj^eránliano María de ReviUa, que antes de consagrarEn el incesante batallar de su espíritu por la dose al tiempo y al espacio, para lanzar, como reivindicación humana, siguiendo la verá el lector, este formidable alegato acusatotrillada senda trazada por el Mártir rio, que luego de haber~enunciado con su lendel Gólgota, y que en su existencia gua ratificará con la pluma. andariega habían ya recorrido el poveretto de Asís y la mística doctora Teresa de Jesús, entendiendo que uno LA ÚLTIMA AVENTURA de los principales deberes que le incumbían como miembro de la Orden El Padre ReviUa, espíritu aventurero, aban- ' franciscana era la redención de cauti- donando de cuando en cuando su apacible convos, venciendo los miles de peligros vento salamanquino, acuciado por espirituales que obstruían su camino, exponiendo inquietudes, para proseguir sus predicaciones su vida a cada paso, logró llegar hasta de propaganda social y agraria, del mismo xaoel rincón de Alhucemas—infranquea- do que hace años a través de la ensangrentada ble entonces-—, donde los prisioneros zona española de Marruecos, emprende un lengemián, y ser recibido por Abd-el- to peregrinar por los pueblos españoles, tan neKrim, y ha^ta concertar las condicio- cesitados de ayuda, y tras ver cristalizados los nes del rescate. frutos de su predicación en instituciones benéEn la culminación de su heroísmo, ficas, centros docentes, bibliotecas municip»' de su locura santa, el nombre del les, cooperativas, etc., antes de reintegrarse a Padre ReviUa atravesó mares y fron- la quietud del claustro, recala en Madrid, donteras ungido con la aureola de la más de innumerables personas se honran con su amistad, gozan de su charla amena, saben de entusiasta popularidad. Pero la malicia y la envidia rondaban, y, trans- sus ansias de democracia y de renovación socia'' currido algún tiempo, reintegrados a tan franciscanas a fuerza de ser tan rebeldessus bogares los prisioneros que pudieEn los últimos meses, la ausencia del célebr" ron resistir las privaciones y los malos monje duró más de la cuenta. Iba ya a coge^ tratos del cautiverio, en marcha ya la pluma, dispuesto a dirigirme al superior d' la Dictadura primorriverista, el ante- su convento, inquiriendo acerca de la suerte de riormente tenido por santo fué eclip- mi ilustre amigo, cuando he aquí que, de pronsado más tarde por las ruindades e to, sin que le precediera ninguna misiva qu^ insanas influencias puestas en juego pudiera haber hecho de heraldo de su arribo, por los detractores de toda su labor se plantó la otra mañana frente a la mesa df noble, de toda su obra útil y regenemi despacho. radora. iContra ella fueron concenVenía remozado, alegre, optimista. Vestíala' trándose los odios de los poderosos, paisano—traje azul t m cuello y corbata—-. y las ambiciones de los descontentos, calzaba unas negras hotas limpias y lustrosaslas antipatías de los descreídos, la en- De su cabeza, consagrada por todos los ritos savidia de los fracasados. cerdotales, había desaparecido la tonsura. N» die que no estuviera en los secretos de su in'^ Ante la confabulación, ante las preEl Padre RnOIa, aconwaiUdo de nncstro colaborador José siones de aquellos a quienes convenia midad hubiese reconocido en él al eremita p®^^ que su voz, ¡que tantas cosas podría vo y austero; al caballero que refugió las esp* Rico de Esiaséi INICIAL D
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