Este anuario mercantil es una interesante fuente de información para la historia económica de España y América en el periodo que cubre (1795-1808) por la gran cantidad de datos que ofrece y por la conexión que tuvo con el poder político. Es un buen ejemplo de Prensa ilustrada y por este motivo ha sido utilizado en numerosas ocasiones por los historiadores.
La paginación de sus números variaba, entre las poco más de 400 páginas del primero hasta las más de 600 de algunos de ellos.
El editor de la Guía fue un alto funcionario, Diego María Gallard, abogado de los Reales Consejos, miembro de la secretaría de la superintendencia de la Real Hacienda, secretario de la Balanza de Comercio de 1795 a 1799, director de la Real fábrica de tejidos de algodón de Ávila, miembro de la Sociedad Económica de Amigos del País de Segovia, y editor del Correo Mercantil de España y sus Indias y publicaciones.
Con el Almanak, Gallard se propuso difundir conocimientos útiles y prácticos para los comerciantes y fabricantes. Para este propósito contó con la ayuda del Estado, que le facilitó datos procedentes de oficinas estatales como los Consulados de comercio.
La publicación contaba con secciones fijas, que eran: Advertencia al lector, donde se pedía el envío de datos y se disculpaba por los posibles errores; arancel general de aduanas, que, ocupando un 50% del total de páginas, recopilaba las disposiciones legales vigentes referidas al comercio; nómina de plazas de comercio de España, que ofrecía los nombres de las instituciones, oficinas, comerciantes, fabricantes y otros datos de interés relativos a numerosas plazas de comercio de España y de América; fábricas y casas de comercio de distintas ciudades y pueblos de España; fechas de celebración de las principales ferias de España; tablas para calcular el interés de los vales reales; tablas de correspondencia de monedas, pesos y medidas de algunos países extranjeros respecto a Castilla.
Hubo también secciones eventuales como una que proporcionaba datos relativos al comercio de nueve plazas mercantiles extranjeras.
El Almanak se vendió en Madrid, Cádiz, Málaga, Sevilla, Valencia, Barcelona, Pamplona y Bilbao. Parece claro que el anuario pretendió dirigirse preferentemente a aquellos puntos geográficos con mayor desarrollo mercantil. La publicación pretendía sobre todo difundir la idea ilustrada de la necesidad de hacer progresar al país en su economía a base de educación y reformas administrativas, pero sin plantear nunca cambios políticos o transformaciones en la estructura socioeconómica.
Sobre esta publicación puede consultarse el amplio estudio que le dedicó Paloma Fernández Pérez y que apareció publicado en la revista ‘Historias’, del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México y que es accesible por internet.
[Descripción publicada el 17/08/2022]