Subtitulada como “semanario científico, literario y artístico”, expresaba que estaba “redactado por los más reputados escritores de España y Portugal e ilustrado por los mejores artistas del universo”. Fue editada por Ramón Solís y dirigida por Alfredo Opisso. Al principio de ocho páginas y posteriormente de dieciséis, publicó un total de 730 números. En su cabecera aparecen los retratos de Camoens, Cervantes y Homero.
Ejemplo de un iberismo cultural de la Restauración española, nace con el intento de popularizar la literatura y el conocimiento del pensamiento portugués en España y de estrechar lazos entre ambos países, a través de la publicación de trabajos de tipo literario, científico, artístico y de crítica y creación literaria, tanto en prosa como en verso, crónicas viajeras y de sociedad, etc. Destacan sus excelentes grabados de retratos, reproducciones de obras pictóricas, paisajes, edificios monumentales, personajes históricos, estampas costumbristas y de culturas y civilizaciones extranjeras. Incluía anuncios publicitarios y un grabado de gran tamaño tirado aparte para su posible colección.
Entre sus colaboradores estuvieron Patrocinio de Biedma, María Mendoza de Vives, Antonia Opisso, Emilia Pardo Bazán, Leopoldo Alas ‘Clarín’, Ricardo Blanco Asenjo, Eduardo Blasco, Teófilo de Braga, Ramón de Campoamor, Antonio Cánovas del Castillo, Emilio Castelar, Rafael Castillo, José Echegaray, José Zorrilla, Manuel del Palacio, Adolfo Marsillach, Francisco Pi y Margall, Rafael Altamira y ‘Kasabal’, entre otros muchos, abundando más los españoles que los portugueses.
También se difundió por la América española y portuguesa y estuvo dirigida a un público de las clases medias y altas y debió ser bien aceptada por el femenino.