Su promotor y director fue José María de Carnerero, personaje vinculado al teatro y a la cultura que protegido primero por Godoy fue después redactor literario de la Gaceta de Madrid en la época de José Napoleón, viviendo más tarde en el Paris de Luis Felipe de Orleans. A su regreso a Madrid, con la ayuda del ministro Ballesteros, consiguió de Fernando VII la licencia para la creación de esta revista literaria, cuyo modelo fue la Revue Française, a la que llamó Cartas Españolas pues su origen fue una tertulia que se disolvió al tener sus componentes que establecerse en otros lugares, pero que quisieron mantener de forma epistolar.
Comenzó a publicarse en Madrid en la Imprenta de Sancha desde marzo de 1831, saliendo el primer año tres veces al mes y a partir de 1832 una vez a la semana. En la portada dedica la publicación a la Reina Maria Cristina con ‘prospecto’ redactado por Estébanez Calderón, después colaborador habitual junto con Mesonero Romanos, que firma como el “Curioso Parlante”, Ventura de la Vega, Bretón de los Herreros, Roca de Togores, Gallardo y otros, autores que en ella contribuyeron al asentamiento del artículo de costumbres ya iniciado a finales del siglo XVIII y continuado en El Correo Literario y Mercantil con Mariano de Rementería. Carnerero se encargó de la crítica literaria y de artículos dedicados a la exaltación de la Familia Real.
Está considerada la primera revista española en color pues varias de las láminas litográficas que inserta, sobre todo las dedicadas a la moda, están coloreadas. A partir de noviembre de 1832 comenzó a publicarse con el título de La Revista Española.