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Diario de la administración

Anales administrativos
Gacetas
Publicación oficial, establecida por real decreto de 23 de octubre de 1833 y promovida por Javier de Burgos (1770-1848) el mismo día en el que también son creados los subdelegados de Fomento (antecedente de los gobernadores civiles) y a los dos días de que De Burgos hubiera sido nombrado ministro de Fomento (departamento instituido en noviembre de 1832). El 20 de abril de 1833 también había sido creado un Boletín oficial en cada capital de provincia, y el 30 de noviembre será decretada la división de España en provincias. Todas estas medidas corresponden al periodo caracterizado por el “despotismo ilustrado” al comienzo de la Regencia de la reina María Cristiana, enmarcado en el más amplio periodo de transición entre la monarquía absolutista y la constitucional (1832-1836). Será por tanto la publicación oficial del ministerio regido por De Burgos, que comenzará a publicarse en entregas diarias de cuatro páginas (algunas veces, seis), impresas a dos columnas, a partir del uno de enero de 1834, y en cuya cabecera será estampado el escudo de la Corona española. Según su norma de creación, insertará la legislación emanada por el citado ministerio, las “noticias circunstanciadas de las mejoras” efectuadas por los responsables territoriales de Fomento, los proyectos útiles promovidos por autoridades o particulares, el examen de libros y memorias publicadas sobre teoría y ciencia de la Administración y su modo de aplicarla, y el anuncio o examen de disposiciones sobre esta materia adoptadas en otros países. Por el mismo se pedía el pago de su suscripción a todos los ayuntamientos que superaran los trescientos vecinos, que fue ampliado para los de más de doscientos por una real orden de cinco de diciembre de 1833. Al principio se estructura en dos claras secciones: la oficial y la no oficial. En la primera inserta una selección de textos legales, mientras que en la segunda da cabida a artículos doctrinales. Pero a partir de ahí, también insertará otros remitidos, dará información administrativa de los subdelegados de Fomento y publicará crónicas de Cortes. Las noticias bibliográficas las incluirá en la sección de Anuncios, además de tener otra bajo el epígrafe Variedades. Asimismo, otras normativas indicarán que servirá para instruir a los subdelegados de Fomento para generalizar el conocimiento de las máquinas y métodos que se hayan inventado e inventen en toda Europa, para publicar resúmenes periódicos de los “bienes” hechos en cada mes por los citados subdelegados, o dar “ancho campo” a las observaciones de los escritores de las provincias. Según la tesis doctoral de José Ignacio Sarmiento Larrauri (1993), este diario servía para poder paliar la falta de conocimientos en materia administrativa de los nuevos subdelegados de Fomento, labor pedagógica que fue constante en el pensamiento de Javier de Burgos como medida de regeneración nacional. Como complementario de los boletines oficiales de provincias, será vehículo de comunicación interna y portavoz para la difusión de las actuaciones de la nueva Administración civil del Estado en ciernes, y a partir de abril de 1834 se sumará con particular fervor a explicar el espíritu del Estatuto Real. Señala Hartzenbusch (1894) que el abogado y posterior político moderado Joaquín Francisco Pacheco y Gutiérrez Calderón (1808-1865) fue nombrado redactor de Diario de la Administración, reemplazando a Salustiano de Olózaga (1805-1873). Recién llegado a Madrid, el granadino Pacheco había cofundado El Siglo (1834), que abandonaría en su cuarto número para incorporarse como redactor a este diario ya en el mismo mes de enero de 1834. Mientras que María Celia Forneas (2000) indica que Javier de Burgos, el 17 de noviembre de 1833, había nombrado al autor romántico, militar y periodista Serafín Estébanez Calderón (1799-1867) -que sería conocido también como El Solitario en su condición de periodista taurino- como director y principal redactor de Diario de la Administración. El impresor fue Tomás Jordán, editor madrileño adicto a los moderados, al que también se le encargará la edición del Boletín oficial de la provincia de Madrid. El número 266 y último de este título en la Biblioteca Nacional de España (BNE) corresponde al 15 de agosto de 1834, y su última página (tuvo foliación continuada) es la 892. El nuevo ministro de Fomento, que había sustituido a De Burgos el 17 de abril de 1834, José María Moscoso de Altamira (1788-1854), que anteriormente había sido subdelegado de Fomento en Lugo y fue uno de los artífices del Estatuto Real, es el autor de la real orden el 16 de agosto de ese mismo año, por la que se regula el nuevo plan de redacción del número título que sustituirá al portavoz ministerial: Anales administrativos, que también forma parte de la colección de la BNE. En la misma se expresa que este nuevo periódico dará cabida a “artículos de política en que se expliquen y en su caso se defiendan las doctrinas conservadoras que tan eficazmente deben contribuir a la consolidación del Trono”, momento en que el citado Joaquín Francisco Pacheco abandona la redacción.