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Revista ibérica

Literatura || Cultura
“De vida muy breve, es, no obstante, una revista muy interesante para los estudiosos del modernismo” (Celma Valero: 1991), que había quedado, probablemente por esa efímera vida, desconocida, hasta que el profesor Geoffrey Ribbans (1989) la sacó del olvido. Forma parte de la veintena de publicaciones adscritas al modernismo de entre siglos y en la misma se dieron cita unos escritores que entonces “estaban revolucionando el panorama literario español”, y J.J. Maklin (1982) señala que su tono es “marcadamente ecléctico”. Publicará sólo cinco entregas quincenales, desde el 20 de julio al 30 de septiembre de 1902, en pequeño formato y con una cubierta ilustrada dispuesta para encuadernar su colección, que alcanzó las 160 páginas (32 por número). Compuesta a una y dos columnas, salió de la imprenta madrileña de A. Marzo. Bajo su título indica los asuntos de los que tratará: “literatura, pintura, música, escultura”. Su director, es Francisco Villaespesa Marín (1877-1936), que también dirigió otras revistas del mismo movimiento cultural; secretario de redacción, Pedro González Blanco (1879-1961); gerente, Adolfo R. Corvera, y director artístico, el abogado y dibujante Ricardo Marín (1874-1932), siendo, por tanto, una revista que dará importante y especial cuidado a las ilustraciones con dibujos de una factura, así mismo, experimental. Sus textos son de crítica y de creación literaria y artística, y dado su interés por la cultura europea y la manifestación, en concreto, de la portuguesa –de ahí el epíteto de su título- mostrará un claro cosmopolitismo. Además, tratará en sendos artículos una cuestión fundamental -la educación-, firmados por Francisco Giner de los Ríos (La educación de Filisteo) y Manuel Bartolomé Cossío. Aparecen publicados poemas de Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Ramón Pérez de Ayala, Antonio de Zayas, Eduardo Marquina o Manuel Reina, pero también (en portugués) de Silvio Rebello o Ribeiro de Carvalho, así como de J. Merrie. Narraciones, algunas de ellas del género teatral, de José María del Valle Inclán (La reina de Dalicám), Manuel Machado (Colombina), Jacinto Benavente (Intelecto de amor), Julio Lemos o Felipe Trigo (novela erótica), o de los portugueses Eugenio de Castro y Eduardo de Barros Lobo o de Camilo Bargiela (satírica). Benavente publicará un estudio sobre el teatro de Ibsen; Pérez de Ayala, un esbozo impresionista sobre el poeta Stuart Merrill (traducirá su Poema del crepúsculo); Ángel Guerra, sobre Enrico Corradini; González Blanco, sobre Goethe; Edmundo de Amicis, sobre Gabriel D’Anunnzio; Manuel Cardía, sobre la literatura portuguesa, o el escritor francés Paul Bourget, sobre Flaubert. También Cossío lo hace sobre El Greco (fragmento de un estudio del arte en Toledo, con una fotografía de Laurens [sic]); Alfonso Xavier de Castro, sobre el Museo del Prado; el portugués Manuel Laranjeira, sobre Arte nuevo (contra el simbolismo), o Rafael Altamira. González Blanco firmará el único artículo sobre filosofía. Rubens Darío publica Responso a Verlaine; Miguel de Unamuno, Autorretrato y El humorismo. Otros autores son Miguel Sarmiento, Nicolás María López, Juan Nector, José Durbán Orozco, Guerra Junqueiro, Mauricio Dusolier, Angelo Conti, además del propio director, Francisco Villaespesa. Ricardo Marín será el principal de sus ilustradores con dibujos, uno de ellos un retrato del propio Valle Inclán. Ricardo Baroja ilustra también con un dibujo el poema Salmodias de abril, de Antonio Machado. Otro de sus dibujantes es Monteserín. Entre la bibliografía de referencia citamos la de Marlene Gottlieb (1995), Andújar Almansa (2004) y Suárez Miramón (2006).