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El Heraldo de Madrid

Periódicos
Publicación vespertina o de la noche, que llegará a tirar diversas ediciones diarias, es fundada con una tendencia demócrata avanzada por Felipe Ducazcal (1845-1891), siendo sus primeros directores Augusto Suárez Figueroa (1852-1904) y José Gutiérrez Abascal (1852-1907). Seguidamente será propietario y director Eugenio González Sangrador y, ya en 1893, perderá el artículo de su título y será adquirido e inspirado por José Canalejas (1854-1916), convirtiéndose en órgano del Partido Liberal, manteniendo su tendencia demócrata y anticlerical, siendo partidario de la confrontación bélica de 1898. A partir de 1902 lo dirige José Francos Rodríguez (1862-1931). Entre sus redactores se encuentra el diputado Santiago Matáix (1871-1918) y tendrá a Luis Bonafoux (1855-1918) como corresponsal en París, entre 1902 y 1906. Será un gran diario de información general, siendo durante el primer tercio del siglo veinte uno de los de mayor tirada y más populares con gran aceptación por parte de la clase obrera, que dará amplio despliegue a las noticias de sucesos, pero también a las de carácter social y político, así como especial relieve a la información de espectáculos y a la vida y la crítica teatral. Incluirá noticias económicas, de bolsa y telegramas del extranjero y de provincias, aunque será un periódico eminentemente madrileño. En 1906 será adquirido por la Sociedad Editorial de España, el conocido Trust de la prensa del periodo, que compra también de El Imparcial (1867-1933) y El Liberal (1879-1939), y se hará partidario de Segismundo Moret (1838-1913), el otro gran líder del Partido Liberal. Lo dirigirá entonces Baldomero Argente (1877-1965) y, desde 1909 a 1926, José Rocamora (1869-1936). José Echegaray y Luis Bello (1872-1932) estarán entre sus colaboradores y redactores, y en 1909 se incorporará Ramiro de Maeztu (1875-1936), que publicará artículos desde Londres. Otros redactores destacados serán el diputado republicano Luis Morote (1862-1913), de 1902 a 1909, y Adelardo Fernández Arias (1880-1951), e incorporará a la primera redactora de la prensa española, Carmen de Burgos (1878-1932). Aliadófilo durante la primera guerra mundial, en 1917, contará con colaboradores de todas las tendencias y, un año después, pasará a ser propiedad de la Sociedad Editora Universal, de los hermanos Manuel y Juan Busquets, también propietarios del matutino El Liberal. Su actitud contra el golpe y la dictadura del general Primo de Rivera y su desafección a la monarquía, le harán recuperar la influencia que había perdido en años anteriores. En 1922 había sido fichado como redactor-jefe Manuel Marquina y entre sus redactores se encontraba Vicente Sánchez Ocaña (1895-1962). En 1927 empezará a dirigirlo Manuel Fontdevila (1888-1957) y se declarará abiertamente republicano, criticando duramente al gobierno del general Berenguer, contribuyendo a la movilización antimonárquica y recobrando su gran prestigio anterior. En 1924 se había incorporado a su redacción César González Ruano (1903-1965). Manuel Chaves Nogales (1897-1944) será su redactor-jefe y entre sus redactores estará Manuel Bueno (1874-1936) y el crítico literario Miguel Pérez Ferrero (1905-1978). Durante la II República será uno de los principales defensores de los partidos republicanos de izquierda y el rotativo vespertino de mayor tirada. Lo dirigirá Francisco Villanueva (1875-1946) y Juan Antonio Cabero (1890-1964) será su redactor cinematográfico en esta época. En 1934 llegará a ser suspendido por su ya marcada tendencia socialista. Al finalizar la guerra civil, varios de sus redactores serán encarcelados y condenados a muerte y de sus talleres incautados nacerá el diario Madrid (1939-1971).