Semanario humorístico y satírico del que fueron publicados sólo 26 números, desde el dos de junio al 24 de noviembre de 1861, con el subtítulo “periódico satírico-burlesco de costumbres y literatura, en el cual cada uno atiende a su juego”. Sus entregas son de ocho páginas, compuestas a tres columnas y con foliación continuada (280 p.), que fueron estampadas en la Imprenta de la Litografía del Gobierno, propiedad de Ricardo Caballero, en cuyo establecimiento estaba también la redacción y la administración. Bajo su título va indicado el nombre de su director: Manuel Hiráldez (en algunas referencias, Giráldez) de Acosta. Aparecía cada domingo e inserta textos en prosa y verso, ilustrados con grabados: chistes gráficos, caricaturas o escenas populares.
También su cabecera va a adornada con otro grabado, en donde aparece, en segundo plano, un “moro”, acompañado de su mujer e hijo. En su diccionario de seudónimos (1904), Hartzenbusch atribuye la fundación de este periódico al considerado “mejor y más desmandado” escritor satírico español del siglo XIX, el vallisoletano y antiguo “miliciano nacional” Juan Martínez Villergas (1817-1894), quien en sus diversos viajes de ida y vuelta a América había sido el artífice del primer periódico ilustrado satírico cubano: La Charanga (1857-1858), al que le siguió el también habanero El Moro Muza (1859-1876) en su primera época, título este que se corresponde con el principal seudónimo usado por el propio Villergas.
Cuando el escritor español marcha a México, dejará la edición El Moro Muza, en manos de Hiráldez, en donde era colaborador, por lo que, probablemente, debido a ello éste aparecerá después como director de este Antón Perulero, título que toma del personaje folclórico de una conocida canción infantil. De Hiráldez de Acosta poco se conoce, aunque se le atribuye la coautoría de dos tomos de una biografía militar y política del general Baldomero Espartero (1793-1879), editados en Barcelona en 1867. También este nombre aparecerá como profesor de dibujo en Sevilla. Hiráldez también había sido colaborador, junto a Villergas, del Liceo de la Habana (1857-1860), y después sería redactor del periódico madrileño La Nación (1864-1866). Así mismo, se le atribuye el seudónimo El Maestro Triquiñuelas.
Los textos en Antón Perulero van firmados por una serie de seudónimos, incluido el que da nombre al título del semanario. Otros son: Yo Aquí Pago Posada, Hizo de Torero y Bolero, Sopla Fuegos o Pateta. También aparecen ocasionalmente las firmas de Manuel Bretón de los Herreros (1796-1873) o de Aquilino de Arias y Albuerne. El semanario cuenta con algunas secciones fijas, como Efemérides, Perureladas o Sección chismográfica. Los dibujos no van firmados, pero se sabe que Francisco Cisneros fue el ilustrador de la primera época de El Muro Muza, y que, posteriormente, el dibujante bilbaíno Víctor Patricio Landaluze (1830-1889), acompañó a Villergas en su aventura periodística americana. El vallisoletano recuperaría, entre 1875 y 1876, en Buenos Aires, el título Antón Perulero, conociéndose de este periódico porteño cuarenta entregas.
En el último número de este cubano Antón Perulero comienza con un artículo bajo el epígrafe Me abro, anunciando también la suspensión del semanario –“hasta que vuelva el director”. Además de otra bibliografía sobre Martínez Villergas y su producción periodística, véase para este título los trabajos de García Castañeda (1972) y Andrea Roman (2014).