« Back

La Guirnalda (Madrid)

Revistas femeninas
Con el subtítulo “periódico quincenal dedicado al bello sexo” comienza a editarse el uno de enero de 1867, siendo su director el escritor vallisoletano Jerónimo Morán (1817-1872) y su propietario, Vicente Oliveras Biec, doctor en Derecho, profesor de los Estudios Católicos de Madrid, secretario de gobierno del Tribunal Supremo y más tarde colaborador de La ilustración católica (1877-1894). Morán y Oliveras también serán los principales redactores de una revista dedicada a la instrucción y a ampliar la cultura de la mujer “sobre las bases de la propiedad y el catolicismo más acendrado” y como periódico de modas, que pide a sus lectoras – a las que califica de “lindas y laboriosas jóvenes”- que “atendáis sobre todo a los sagrados deberes que os impone el hogar doméstico”. Sus artífices considerarán la educación de la mujer como un “adorno” tradicional y la publicación tendrá, por tanto, un sesgo conservador. No faltarán en sus números, de ocho páginas y compuestos a dos columnas, artículos de educación religiosa, aprobados por la censura eclesiástica, que escriben Oliveras y Morán, siendo autor este de una sección denominada “Antorcha de la fe”. También contiene otros artículos sobre moral y educación de la mujer, viajes, historia, biografías, higiene, economía doméstica, botánica, astronomía, bellas artes o noticias de espectáculos, así como textos de creación literaria, tanto en prosa como en verso, como romances, cuadros de costumbres, cuentos, leyendas, dramas, novelas por entregas, como las traducidas por Elvira Cornellás y Concepción Cortada. Al final inserta una sección de pasatiempos, con anécdotas, charadas, acertijos, jeroglíficos, etc. Entre los autores de sus textos aparecen, entre otros, A. Fernández Guerra, Manuel Cañete, J.E. Hartzenbusch, Antonio García V. Queipo, M. Ramos Carrión, José Plácido Sansón, P.A. Fernández de Córdova, Enrique Fernández Iturralde, Romualdo Gallardo, así como Blanca de Gassó y Ortiz y María Pilar Sinués de Marco. Su primer editor responsable es Blas Bernal para en 1869 serlo Eusebio Blasco. Será también una publicación ilustrada con grabados en blanco y negro que acompañan a sus textos, como son varias vistas de ciudades españolas y extranjeras. Pero lo más destacado son su grandes pliegos de dibujos de labores para bordar, realizados por Joaquín Magistris, con orlas, festones, grecas, escudos, alfabetos, cifras, emblemas y otras fantasías, así como sus litografías a color de figurines. También reparte gratuita y mensualmente piezas de música litografiadas, e inserta anuncios comerciales. La revista, que aparece al final del periodo isabelino, cubriendo las suscripciones de La fantasía, absorberá, en 1868, La mariposa, y después El museo artístico, traspasará la revolución septembrina como un consolidado periódico de modas y literario, manteniendo una actitud políticamente anodina. El ingeniero tinerfeño Miguel Honorio de la Cámara y Cruz (1840-1830), que había sido cofundador de la revista y que a partir de 1870 venía siendo propietario de su imprenta, se hará cargo también de su edición y dirección, tras el fallecimiento de Morán el 21 de diciembre de 1872. Seguirá siendo una publicación con los lemas educación y labores, una revista de modas dedicada a la educación de la mujer “formada en la religión y la familia”, recomendada también para colegios de señoritas, maestras rurales de instrucción primaria, además de modistas, costureras y bordadoras, pero al mismo tiempo continuará una nueva época, manteniendo su objetivo de instruir a la mujer en literatura, ciencias y artes con textos redactados expresamente en forma amena. Para entonces su cubierta es considerada como una publicación aparte, con recetas, advertencias útiles y anuncios; sigue repartiendo como extraordinario mensual un pliego de dibujos de colores, de crochet, labores varias y algunos patrones, así como piezas de música y láminas con figurines. Aparecerán textos de, entre otros, Federico Casto, Federico Trujillo de la Peña, G. Vicuña, Julio Nombela, Eduardo Maza, Miguel Rodríguez Ferrer, J. Ortega Munilla, Salvador Torres Aguilar, Carlos Vieyra de Arbreu, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Robustiana Armiño de Cuesta, María del Pilar Sinués de Marco o de la Baronesa Wilson con la sección “La quincena” y con una revista de modas, firmada por Alice. Pero de esta nueva etapa de la revista resalta sobremanera la incorporación a sus páginas del escritor Benito Pérez Galdós (1840-1920), paisano y amigo del editor, que empezará a partir de enero de 1873 una serie de “Biografías de damas célebres españolas”, y a final del mismo año la publicación de una selección de sus Episodios nacionales, así como las entregas de sus novelas Marianela y La desheredada y una sección de anécdotas denominada “Figuras de cera”. El propietario de La guirnalda será también el impresor y editor de la obras del escritor, hasta que en 1896 este inicie un pleito para recuperar sus derechos de autor, que acabará el año siguiente con un laudo arbitral por el que Galdós sufrirá, sin embargo, una importante pérdida económica. Tras publicar su número 168 en 1873 y alcanzar su séptimo año y tomo, al año siguiente la revista había reiniciado la numeración de sus entregas, que aparecerán ahora los días cinco y veinte de cada mes, pero manteniendo las ocho páginas en folio, además de sus pliegos o ediciones de dibujos, láminas iluminadas de figurines o piezas de música. Su numeración será ahora anual, y el último de la colección de la Biblioteca Nacional de España corresponde al 20 de diciembre de 1883. El archivo PDF del 16 de junio de 1869 contiene 81 litografías en color.