Periódico quincenal que publica poesías y artículos inéditos de los principales literatos y dibujos de los mejores artistas, tal como reza su subtítulo, llega a editar diez números durante 1890, sin indicación de día y mes de aparición, siendo una de las numerosas publicaciones periódicas de carácter festivo y humorístico que pululan durante esta época en Madrid, y que dada la competitividad entre ellas, resultan las más efímeras. Con un formato reducido de 32 páginas, se secuencia como cuadernos, con una portada, siempre diferente, con un dibujo o alguna caricatura de algún notable literato, obra todas ellas del dibujante Mecachis.
Entre esos “principales literatos”, que también publican sus textos en otras publicaciones del mismo carácter, aparecen los nombres de Vital Aza, Juan Maillo, José Jackson Vevan, Manuel Mera, José Pérez Zúñiga, Antonio Corton, E. Navarro Gonzalvo, Luis Taboada, Eduardo de Lustomó, Aureliano Ruiz, Eduardo Villegas o Ricardo Soto. Firman textos de carácter costumbrista y de crítica social, con incursiones en el arte o la moda y de baja intensidad política, tanto en prosa como en verso. También inserta epigramas y chistes con dibujos asimismo del dibujante Miquis, y con fotograbados de Laporta.
Es ejemplo de una suerte de periódicos con ilustraciones humorísticas, que entonces se denominan festivos, dirigidos a un público de la pequeña burguesía y popular urbana de la época del turno de partidos de la Restauración, apareciendo en su primer entrega como director Vicente Lloréns Asensio (1869-1930), un entonces joven del cuerpo de Archiveros y Bibliotecarios, que pronto regresará a Sevilla, su ciudad natal, en donde será un destacado ateneista, investigador y colaborador de prensa, autor asimismo de una obra titulada Chasqarrillos andaluces (1901), y que se convirtió en exhibidor pionero del nuevo cinematográfico y empresario de las salas Lloréns e Imperial de la ciudad hispalense. En los posteriores cuadernos de El mundo alegre aparece como administrador y propietario Julián Rodríguez.