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Diario de Barcelona

Diari de Barcelona
Periódicos anteriores a 1850
Fundado el uno de octubre de 1792, es una de las primeras cabeceras diarias que empezaron a publicarse en España, a cuyo segundo editor, Antonio Brusi Mirabent (1775-1821), Fernando VII le renovó el privilegio de su publicación en junio de 1814, “en reconocimiento a sus muchos e inapreciables méritos”, en palabras de Gómez Aparicio, que había obtenido al poner su imprenta móvil durante la guerra de la independencia al servicio de las juntas patrióticas, tanto en Baleares como en Cataluña, y en contra de los derechos del fundador del diario, el afrancesado Pedro Pablo Husson. En 1816, en plena represión de la libertad de imprenta en el primer sexenio absolutista fernandino, Brusi también llega a obtener la “exclusividad” en la edición de prensa en Barcelona, y a partir del 11 de marzo de 1820, tras la jura de la Constitución por el Rey, el diario adoptará carácter oficial que le otorgan las nuevas autoridades liberales. Los escasos números de este título de la colección histórica de la Biblioteca Nacional de España corresponden al Trienio Liberal. Subtitulado “de avisos y noticias”, con el escudo de la ciudad estampado en su cabecera, durante este periodo constitucional tendrá que competir con otros títulos que nacen al amparo de la restablecida libertad de imprenta, y será un diario que comienza cada número con el santoral y las anotaciones astronómicas, para a continuación ofrecer noticias económicas de España,. extractos de los acontecimientos políticos sacados de otros periódicos, noticias particulares de Barcelona, como el movimiento portuario de buques y fletes, los precios de los productos agrarios y alimentarios, avisos, artículos comunicados, proclamas, decretos y disposiciones del Ayuntamiento Constitucional de Barcelona y de la junta superior, cartas, composiciones en verso, etc. Su carácter más noticioso que político será de un marcado moderantismo. Cuando el fundador de la casa Brusi fallezca a finales de octubre de 1821 como víctima de la epidemia de fiebre amarilla desatada en la ciudad, le sucederá en la dirección y redacción del diario su yerno, Pablo Soler Mestres, un recalcitrante conservador, en palabras del historiador Vicens Vives, que llegará a alcanzar la alcaldía de la ciudad, hasta que al final de los años treinta le suceda su hijo, Antonio Brusi Ferrer (1815-1878), que será también el primer marqués de Casa Brusi. Como decano de la prensa española, Diario de Barcelona, también conocido como el Brusi, continuará publicándose hasta finales del siglo XX, adoptando el título de Diari de Barcelona, hasta su desaparición el 29 de abril de 1993.