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Memorial literario, instructivo y curioso de la Corte de Madrid

Memorial literario y curioso de la Corte de Madrid || Título de la cabecera: Memorial literario, mayo 1786-
Continuación del Memorial literario instructivo y curioso de la Corte de Madrid
Cultura
Revista de carácter ilustrado y una de las de mejor empaque de la prensa dieciochesca española. Menéndez Pelayo la calificó de “la verdadera revista crítica de la época”, y a juicio de Inmaculada Urzainqui (1991) fue un “periódico ilustrado, pero no revolucionario, avanzado, pero no heterodoxo”, de naturaleza cultural y “de corte enteramente nuevo en España”. Fue fundado por los aragoneses afincados en la corte Joaquín Ezquerra –en algunas fuentes, Esquerra- (1750-1820), que fue catedrático de Latín en los Reales Estudios de San Isidro, y Pedro Pablo Trullenc -o Trullero-, portero de la Cámara de Castilla. Comienza a publicarse en enero de 1784, en entregas que superan ampliamente el centenar de páginas, al principio manteniendo cada una paginación propia, y empezando su secuenciación con la número XXI (septiembre de 1785). La publicación, que venía siendo mensual, comienza a publicar dos entregas al mes (con la anotación de primera y segunda parte) a partir de septiembre de 1787, siendo también continuada su paginación en cada uno de los tomos que forma su colección. El último de estos en la de la Biblioteca Nacional de España corresponde al XXI, que incluye las entregas de septiembre a diciembre de 1790, secuenciada esta última con el número CXXIII. Una advertencia posterior –anotada por Hartzenbusch (1894) y también señalada por Aguilar Piñal (1978)- indica que llegaron a aparecer también las dos entregas correspondientes a enero de 1791 (que iniciarían el tomo XXII), quedando suspendido este título por la Real Orden de 24 de febrero de este último año, al igual que las demás publicaciones periódicas -a excepción de las oficiales (Gazeta y Mercurio) y Diario de Madrid-, por la que el conde de Floridablanca pretendió impedir el contagio de las ideas de la Revolución Francesa. Al final de cada entrega aparece un índice de los artículos contenidos, y también da cuenta del listado de suscriptores. Fue estampado en la Imprenta Real, en 8º, compuesto a una columna. Cada entrega contiene un diario y observaciones meteorológicas, para a continuación ofrecer artículos de las más variadas materias científicas, técnicas y literarias, con textos sobre medicina, cirugía, anatomía, historia natural, química, botánica, farmacia, descubrimientos o sobre las nobles artes, además de economía, filosofía, teología, jurisprudencia, historia literaria, poesía, disposiciones oficiales y juicios críticos de obras dramáticas y comedias, convirtiéndose en la más importante revista teatral del siglo dieciocho. Ofrece asimismo noticias, datos y listados sobre novedades bibliográficas, y sobre las reales academias de bellas artes, de jurisprudencia o de cánones, y de otras instituciones científicas y colegios (como el Real Gabinete de Historia Natural o el Real Jardín Botánico), de actos literarios, extractos de sermones, discursos y disertaciones, festividades religiosas y seculares, fiestas de toros, funerales, certámenes y oposiciones y otras curiosas, como incendios y reparación de edificios y obras públicas, de fábricas y nuevos instrumentos fabriles, ventas y compras o precios de productos. Además de tablas, inserta también figuras y algún grabado. Siendo Ezquerra su principal redactor, debió contar con médicos, cirujanos y miembros de reales academias y colegios como colaboradores, y entre estos estuvo también Manuel Núñez de Arenas, párroco de Cardenete (Cuenca), que firmaba El Escrupuloso, y principalmente el médico ilustrado e inventor barcelonés Frances Salvà i Campillo (1751-1828), sobre cuyos textos en la revista (artículos de medicina, electricidad o meteorología) ha llevado a cabo un estudio Jesús Sánchez Miñana (2000). Por su parte, Inmaculada Urzainqui, ha elaborado también un análisis sobre su crítica teatral y secularización (1992), y Enrique García Santo-Tomás, sobre la recepción de la obra de Calderón en la revista (2000). Además de los citados, otros trabajos que dan cuenta de esta publicación son los de Paul J. Guinard (1973) y Elisabel Larriba (1998), referidos a la prensa española dieciochesca, o los de María José Rodríguez Sánchez de León (1991) y José Checa Beltrán (2009). De nuevo se publicó entre julio de 1793 y diciembre de 1797, con el título Continuación del Memorial literario, instructivo y curioso de la Corte de Madrid, y desde 1801 a 1808 con el título Memorial literario o Biblioteca periódica de ciencias, literatura y artes, que integran también la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.