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La Correspondencia (Madrid. 1932)

La Correspondencia militar
Periódicos
Comienza a publicarse el 29 de marzo de 1932, en lugar de La correspondencia militar (1877-1932), que tres días antes había editado su último número, al quedar afectada por la ley aprobada por las Cortes el día 23, que había prohibido la existencia de la prensa de carácter político-militar. De tal forma que el editorial del primer número del nuevo diario, que mantiene la misma estructural formal que su antecesor, se titula “Somos los mismos con las mismas ideas”. Por tanto, su director será también Emilio Rodríguez Tarduchy, teniente coronel de Infantería retirado tras las reformas militares que el año anterior había emprendido Manuel Azaña como ministro de la Guerra. Tarduchi será asimismo uno de los fundadores de la clandestina Unión Militar Española (UME) y de Falange Española, y enlace entre los carlistas y los militares conspiradores contra la II República española. Si La correspondencia militar había nacido en 1877 como periódico de carácter militar y político de tendencia republicana y no exento del espíritu conspirativo decimonónico, que virará después hacia posiciones muy conservadoras, tras 56 años de vida desaparecerá como La correspondencia, carente del adjetivo militar en su cabecera, como una publicación fiel a la monarquía, muy virulenta contra el régimen republicano y situándose en un ultraderechismo exacerbado. La actitud adoptada por este diario fue quizá la que había llevado a Azaña a promover la supresión de la prensa político-militar. Pero la vida del nuevo título fue efímera. Tras varias sanciones y recogida de sus ejemplares, el siete de julio de 1932, el ministro de Gobernación, Santiago Casares Quiroga, le vuelve a multar y ordena su suspensión definitiva por excitar al ejército a intervenir en los asuntos políticos. Su último número en la colección de la Biblioteca Nacional de España corresponde al 30 de junio de ese año.