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Ilustración católica de España

la ILustración católica
Religión || Literatura
Con esta variación en el título, es continuadora de La ilustración católica (1877-1894), como revista confesional del neocatolicismo militante e integrista español, “sin que varíen en nada la tendencia y el carácter”, tal como señala en el artículo de presentación de su primer número, correspondiente al 30 de agosto de 1897. Su director gerente es Miguel Gómez Cano, tiene una periodicidad quincenal y es editada, generalmente, en números de 16 páginas, con un mayor número de grabados e ilustraciones que su antecesora, insertando también fotografías. Subtitulada “”revista de literatura, ciencia y arte”, inicia nueva secuencia, y también en su primer número dice que contará para su redacción con la colaboración de los prelados españoles y con escritores católicos como Marcelino Menéndez y Pelayo, Valentín Gómez, Ángel Salcedo Ruiz, Antonio Balbín de Unquera y Eugenio Ochoa, entre otros. Mantiene la sección de crónica en donde es comentada la actualidad, generalmente la relativa a la actividad eclesiástica y religiosa, pero con incursiones también en la política. Asimismo da cabida a la creación literaria, tanto en prosa como en verso, de tipo moralista, a algunas biografías de personajes católicos, e incluso a algunas anotaciones sobre modas. En algunos de los comentarios sobre el caso Dreyfus y Emilio Zola se observa un cierto antisemitismo. En todo caso, y como indican sus editores sus planas estarán dedicadas, “ante todo, a lo verdaderamente cristiano”. Igual que su antecesora, su portada es ocupada por un grabado, algunas veces son retratos de personalidades católicas o de algún mandatario político, pero sobre todo de reproducciones artísticas de la imaginería católica. Estas también abundan en su interior, con otros grabados y fotografías de retratos, templos, centros educativos y monumentos católicos, así como vistas de ciudades. Incluso hace una incursión en el humor, con dibujos cómicos. La publicidad comercial llega a ocupar el verso de la portada y las últimas páginas. La colección de este título en la Biblioteca Nacional de España es incompleta. En su último número, correspondiente a diciembre de 1899, señala que, en su sustitución, aparecerá el diario La patria.