Primer periódico musical español, según Hartzenbusch, que comienza a publicarse el dos de enero de 1842. Subtitulado “periódico filarmónico de Madrid: diario [después, semanario] de los artistas, de las sociedades y de los teatros” y dirigido por una Sociedad de Profesores, en realidad su propietario, director y principal redactor es el compositor Joaquín Espín y Guillén (1812-1881), que recibió apoyo para su publicación de la Academia Filarmónica Matritense, de la que era presidente. Apareció semanalmente los domingos, en números, generalmente de cuatro páginas y a dos columnas, estampados en el Establecimiento Tipográfico de la calle del Sordo. Contiene artículos de historia y crítica musical y crónicas del mismo carácter tanto nacionales como extranjeras, contando con algunos corresponsales en algunas provincias y en alguna capital europea. Crónicas sobre las actividades musicales en el Teatro de la Cruz y Teatro Circo madrileños, convirtiéndose en órgano de la ópera española. También inserta biografías de compositores y músicos españoles e italianos, una sección de variedades, algunos artículos de creación literaria y anuncios al final de la cuarta plana. También ofrece por separado cada mes, a modo de suplemento, dos partituras musicales de profesores distinguidos españoles y extranjeros, y retratos litografiados de artistas célebres. Entre sus principales redactores están Mariano Soriano Fuentes, que también pudo ser su cofundador, así como Indalecio Soriano Fuertes, Gregorio Romero Larrañaga, José de Guijalba, Miguel Agustín Príncipe, Bretón de los Herreros, Hartzenbusch y Carolina Coronado, entre otros. Algunos textos van firmados con iniciales o seudónimos. Edita 35 números, hasta el 28 de agosto de 1842, y en septiembre de este año aparece en su lugar La iberia musical y literaria, con nueva numeración pero manteniendo el formato y la plantilla de redactores. Reaparecerá con su título original desde abril a septiembre de 1846, y a partir de aquí continuará con el título Gaceta de teatros.