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Germania (Barcelona)

Cultura
Una de las más destacadas publicaciones germanófilas difundidas en España durante la primera guerra mundial (1914-1918), que con el subtítulo “revista de confraternidad hispano-alemana” estuvo editándose en Barcelona desde uno de marzo de 1915 al 15 de noviembre de 1918, dirigida por el escritor y periodista Lluís Almerich i Sellarès (1882-1952), quien como autor de textos infantiles usará el seudónimo Clovis Eymeric, y también Macià Floris. La periodicidad de la revista fue quincenal, apareciendo los días uno y quince de cada mes. Su colección en la Biblioteca Nacional de España (BNE) la forman las veinte entregas editadas en 1915, de 24 páginas de texto cada una, estampadas en papel cuché y compuestas a una columna en la Imprenta Elzeviriana, dotada la primera de una cubierta ilustrada a varias tintas, que además lleva la indicación “circular de propaganda”. Fue patrocinada por el Servicio Alemán de Información (Deutscher Nachtrichtenden für Spanien), establecido en Barcelona en agosto de 1914 por August Hofer, que también financió otras publicaciones, como los también diarios barceloneses El Día gráfico (1913-1939) y La Correspondencia alemana (¿1916?) y los semanarios ilustrados Neutralidad (1914) y El Heraldo germánico (1915), y, a partir de enero de 1916, comenzó a publicar la revista mensual Deutsche Zeitung Spanien, siendo el neutralismo una de las bazas más destacadas de la propaganda alemana en España durante el conflicto, a la que se sumarían políticos e intelectuales, como Jacinto Benavente (1866-1954), Miguel Fernández Peñaflor (1877-1935) o Francisco Rodríguez Marín (1855-1943), entre otros, y que tuvo como uno de sus principales valedores al filósofo y escritor carlista de la Restauración Juan Vázquez de Mella (1861-1928). En su primer editorial, la revista criticará la democracia, en concreto lo que califica de “dictadura espiritual francesa… en el orden político y en el orden literario”, al tiempo que la relaciona con la “decadencia” del “latinismo”, al que había que integrarle “savia nueva”, que no era otra que “la juventud mental de Alemania” y su pujanza científica, que debía ser “nuestra guía y nuestro modelo”. Editorial que será escrito por Almerich, quien también seguirá publicando el primero de los artículos de cada una de las entregas de la revista. Esta publicación será también núcleo de algunos discípulos del escritor y político nacionalista catalán Enric Prat de la Riva (1870-1917), como Josep Maria Rosell, Pere Bosch i Gimpera, Manuel de Montoliu, Pau Furriol, Miquel Vidal Guardiola, Jordi Rubió Balaguer, Pere Barnils y Faustino Ballvé, que constituirán a finales de 1916 el Comité de Amigos de Germania (Comitè d’Amics de Germania), liderando también el último citado y uno de los colaboradores más activos de la revista la Federación Neutralista Catalana. La revista –que indica que es una “publicación destinada a avivar los lazos de amistad entre España y Alemania” – publicará artículos relativos a la divulgación de los logros espirituales, intelectuales, filosóficos, científicos y comerciales de Alemania, a la que consideraban la “reencarnación de Roma”, al papel de esta nación en la guerra europea, el militarismo, el neutralismo, así como información relativa al conflicto armado, para difundir la versión oficial alemana e influir en la neutralidad ante la opinión pública española y latinoamericana, insertando también alguna bibliografía. Algunos textos serán en verso, como el poema dedicado al Káiser, por Fabriciano González. Eugenio D’Ors, que había puesto reparos a su colaboración, autorizará a su director reproducir un artículo bajo el epígrafe Alemania juzgada por españoles. Otros colaboradores serán M. García y Panadés, Luis Viola y Vergés, Federico Hernández y Alejandro, Delfín Álvarez y González, Ángel Ruiz y Pablo o Salvador Ugía y Sánchez. Y entre las firmas alemanas aparecen las de B.F. Hermann, Enrique Schrörs, Guillermo Wundt, Rafael Rasoldel, Otto Hintze, Paul Rohrbach, Alberto Gentilis o Max Meinertz, entre otros. Así mismo, la revista dejará unas páginas para inserciones publicitarias, en donde se publicarán anuncios de comerciantes e industriales germanos. Anuncia que hará tiradas de diez mil ejemplares –señala que tiró dos ediciones de 5.000 ejemplares de su primer número–, aunque debieron serlo de unos 3.000 (Aubert: 1995), y que se difundirá entre un público “lo más selecto y escogido de la alta sociedad española y alemana”, de Portugal y América. En el mismo mes de marzo de 1915 en el que sale, la revista adquirirá también la propiedad del popular semanario satírico barcelonés Pum, destinado al comentario humorístico de la guerra, que se difundirá como suplemento de Germania, y que también forma parte de la colección de la BNE. Referencias bibliográficas para este título y la germanofilia del periodo en España y Cataluña en M. Paul Aubert (1995), Maximiliano Fuentes Codera (2013 y 2014) y Gregorio Alonso (2017).