« Back

Atlántico (Madrid)

Revistas de información general || Cultura
Publicación que une su carácter de magacín con el literario, así como el americanista, que lleva explícito en el título y subtítulo: “revista mensual de la vida hispanoamericana”, aunque también tratará sobre la cultura artística y literaria europea. Fue fundada y dirigida por Francisco Guillén Salaya (1900-1965), “un personaje que tuvo alguna parte en la nada heroica historia intelectual del fascismo español”, en palabras de José-Carlos Mainer, al rescatar esta revista escasamente citada de entre las literarias y de vanguardia, y en la que aparecerán las firmas de, entre otros, Antonio Espina, Benjamín Jarnés, Francisco Ayala, Gregorio Marañón, Vicente Blasco Ibáñez, Melchor Fernández Almagro, Rodolfo LLopis, Marcelino Domingo, Ángel Valbuena Prat, André Maurois, Carmen Conde, Rafael Alberti o Federico García Lorca, pero también la de Ramiro Ledesma Ramos, y a la que César González-Ruano, otro de sus colaboradores, tildará de “bella empresa literaria”. Guillén Salaya ya había editado previamente la revista gráfica semanal Castilla (1924-1925) –que también forma parte de la colección de la Biblioteca Nacional de España (BNE)– y, además de haber sido redactor-jefe de El Imparcial (1867-1933) y crítico literario de su suplemento Los Lunes, será autor de más de una decena de obras y, en su dimensión política, de cenetista pasará a integrarse en el primer núcleo del jonsismo y el falangismo, siendo dirigente del nacional-sindicalismo de la posguerra. Gerente y secretario de Atlántico fue un especialista en internacional, cine y teatro en diarios como el citado, o en El Socialista (1886) y El Sol (1917-1939), conocido como Boris Bureba: Isidoro Bureba Muro (1892-1972). La empresa así mismo contará con la editora Biblioteca Atlántico. En un formato en cuarto, aparecerá el cinco de cada mes, desde junio de 1929, para hacerse quincenal a partir de febrero de 1930 (número 9). Sus cinco primeras entregas alcanzan las 128 páginas, y las aumenta hasta las 208 hasta la número trece, para reducirlas a continuación a 96, hasta la entrega 17, correspondiente al 16 de mayo de 1930. Suspende su publicación y aparecerá tras un dilatado tiempo un último y único número –el 18– en marzo de 1933. Su colección en la BNE está incompleta. Es compuesta a dos columnas y estará sembrada de dibujos, caricaturas y fotograbados, así como con humor gráfico, contando también con una nutrida publicidad comercial, entre la que se encuentra la editorial, como es la de Espasa-Calpe. Como ilustradores aparecen las firmas de Alberto García, Garrán, Redondela, Vilá, Viejo, Mena, Pretel o Santa Cruz, siendo los tres primeros los autores de los dibujos que ocupan sus cubiertas, estampadas a varias tintas de color, usándose para la impresión de la entregas, que salieron del establecimiento de Hernández y Galo Sáez, tanto el papel prensa como el cuché. Además de la inclusión de textos de creación literaria, en prosa y en verso, la revista publica otros de actualidad política, cultural y hasta deportiva, de divulgación científico-técnica, de geografía o turismo, de temas sociales y económicos y sobre el mundo del espectáculo. Se estructura en un vasto número de secciones: Cuentistas españolas, Cuentistas americanos, Panorama político, Panorama poético, Geografía de España (reportajes acompañados de fotograbados de ciudades española de periodistas y escritores de provincias), Geografía de América (de igual género sobre ciudades del continente americano), Breviario de turismo, Divulgación médica, así como las denominadas De arte (a cargo de Rafael Marquina), Teatros (por Antonio Obregón), Cinema (por Juan Piqueras, Ventura Pedro Valero y José de la Fuente), Música (por César Muñoz Arconada), Deportes (por Antonio Gay), Toros (por Angelito), Páginas femeninas (por Salomé Núñez y Topete) o Modas (con el seudónimo Mari-Tere), así como Bibliografía, Radiofonía y televisión y la de Humorismo (con chistes gráficos e historietas cómicas del citado Garrán), El Humor en discos o la sección Batintín (que firmaba un joven Samuel Ros). De igual forma, prestará atención a Cataluña, siendo un entonces también joven Guillermo Díaz-Plaja su corresponsal en Barcelona, además de Sebastià Gasch. Muchos de sus colaboradores lo eran también de La Gaceta literaria (1927-1932), como lo fue su director, Ernesto Giménez Caballero, o el propio Guillén Salaya. También firman trabajos José Francisco Pastor, Juan Piqueras, Luis Amado Blanco, la propia Ernestina Champourcín, Benjamín Carrión, Manuel Abril o Miguel Pérez Ferrero, y publican también sus poemas Alfredo Marqueríe, Félix Delgado, Julio Verdié o Ángel Lázaro. Se entrevistan a Joséphine Baker, Eduardo Foertsch, Ramón Gómez de la Serna o a Azorín, y como novela en folletín publica La mujer soñada, de J. Pérez de Rozas. La revista llegó a organizar, además de un concurso literario, el primer certamen de Miss España (véase los números 9 y 10). Referencias bibliográficas para este título y Guillén Salaya, entre otras, son las de José-Carlos Mainer (1989, 1995 y 2008), que señala que Atlántico “nos acerca al mundo que entraba en los años treinta y se aproximaba a la catástrofe”, y los trabajos de César Antonio Molina (1990), Rafael Osuna (1993) y Julio Rodríguez (2008), sobre prensa y revistas literarias y literatura fascista española.