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El Clarín (Madrid. 1883)

Revistas satíricas y humorísticas || Periódicos
Ante el temor de la suspensión temporal efectiva de El Motín (1881-1926), cuyo director, Juan Vallejo Larrinaga (-1892), también había sido sentenciado a dos meses de arresto, los editores de la que se considera principal revista satírica de corte republicano y anticlerical, comenzarán a publicar, a partir del 21 de junio de 1883, este título de resonancias taurinas, pero sin ninguna relación con ellas, pues se trata de otro “periódico satírico semanal” de naturaleza política, que sólo publicará diez entregas, hasta el 30 de agosto de ese mismo año. Se trata, pues, de un periódico circunstancial, con las mismas hechuras que El Motín, de cuatro páginas, compuesto a tres columnas, contenidos con el mismo estilo periodístico y estampado en la misma imprenta madrileña de M. Romero. La única diferencia de El Clarín con El Motín, es que el primero aparecerá los jueves y la ilustración sarcástica de sus páginas centrales será una litografía en blanco y negro, mientras que el segundo seguirá saliendo los domingos con sus caricaturas estampadas a color. Su programa político tampoco variará un ápice, pues señala que atacará siempre a los monárquicos, censurará sin tregua a los demócratas benévolos, moralizará al clero y probará que los republicanos fueron unos “inocentes y unos majaderos en 1873, guardando respeto a personas y cosas que hoy se nos ponen por montera; recordando a cada paso que debimos imponer la libertad por el procedimiento que los conservadores sostienen la reacción; a palos. Ni más ni menos”. Con un grabado en su cabecera de Masi, insertará breves artículos y comentarios sobre la situación política en este último tramo del gobierno de los liberales fusionistas sagastinos, cuya llegada al poder en 1881 había iniciado de facto el turno de partidos de la Restauración, coincidiendo durante el periodo de transición entre la derogación de la conservadora ley de imprenta de 1879 y la entrada en vigor de la nueva Ley de Policía de Imprenta de los liberales el 26 de julio de 1883. Pero también coincidirá la edición de ambas cabeceras de ideas avanzadas y librepensadoras y próximas al republicanismo de Manuel Ruiz Zorrilla con la suspensión de las garantías constitucionales en todo el país por las insurrecciones republicanas en Badajoz y otros lugares a primeros de agosto. Restablecidas las garantías constitucionales y salvaguardada la publicación de El Motín con la nueva ley de imprenta, los editores de este, Vallejo y José Nakens (1841-1926), que además son los únicos que llegan a firmar un par de textos en El Clarín, deciden no seguir publicando éste. En su lugar, empezarán a sacar cada jueves (a partir del seis de septiembre de 1883) un suplemento al número dominical de El Motín, cuya colección también forma parte de esta Hemeroteca Digital.