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Fomento (Madrid. 1853)

Revista mensual de agricultura (1853)
Economía || Agricultura y ganadería || Industria
Es continuación de Revista mensual de agricultura (1853), que el escritor y periodista especializado en esta materia Augusto de Burgos (1813-) había fundado en 1850 y sufrido su título y cabecera algunas variaciones, pues incluso había tenido el título alternativo Cultivo y ganadería. Con el nuevo título Fomento y el subtítulo “revista de agricultura, industria, comercio y obras públicas”, pero manteniendo también el de “periódico de intereses materiales”, en su cuarto año de edición y con ya una colección de seis tomos, inicia la segunda serie, reiniciando a la vez la secuencia de sus entregas, así como la foliación de sus páginas. Estas también empiezan ahora a componerse a tres columnas, y asimismo la revista aumenta su periodicidad, siendo ahora quincenal, apareciendo los días quince y último de cada mes, a la vez que reduce el número de páginas por entrega hasta las dieciséis, cuya foliación será continuada. Otra novedad de la publicación será insertar al principio de cada entrega el sumario del contenido. En cuanto a grabados, incluye algunos mapas. Su impresor será Pedro Montero. Respecto a sus contenidos redaccionales, Augusto de Burgos, sin dejar de tratar los asuntos agrarios y ganaderos, ensancha el horizonte hacia otros, como son los de la industria y el comercio, los transportes, las obras públicas, la economía política y la Administración, las empresas, corporaciones y otras compañías, incluidas las internacionales, y en la presentación de esta segunda serie se mostrará consciente del estado de atraso industrial del país. En el inicio de su quinto año en publicación (número de 15 de enero de 1854), De Burgos volverá a hablar de su periódico como “apóstol del progreso intelectual y órgano al mismo tiempo de los intereses materiales del país”, para lo que cuenta –dice- con “celosos y entendidos corresponsales, así en España como en el extranjero, y con el apoyo de las simpatías y el concurso de las luces de todos los labradores, los industriales y los comerciantes de España”. Calificará también su labor como de cooperación para la “regeneración” de la agricultura, el “perfeccionamiento” de la industria” y el “desarrollo” del comercio en España. Durante la Vicalvarada, que dará fin a la Década Moderada (1844-1854) y el comienzo del Bienio Progresista (1854-1856), se produce otro nuevo cambio en la edición de la revista de Augusto de Burgos. Por un lado, reinicia con el número 1 la entrega del 15 de julio de 1854, así como la renumeración de su foliación, pero la del 31 de julio, vuelve a retomar la secuencia anterior y su foliación. Por otro lado, cuando publica el número 24 (23 agosto de 1854) inserta un artículo bajo el epígrafe “Del nuevo estado de cosas”, en el que ofrece su opinión sobre la nueva Revolución, no apareciendo de nuevo la revista hasta el seis de noviembre. Y cuando lo hace ya no aparecerá la indicación del nombre de su director en la cabecera del periódico y, aunque manteniendo la secuencia y la foliación continua, su frecuencia de aparición será a partir de ahora semanal, reduciendo las páginas de sus entregas, quedando establecidas, generalmente, en ocho. También en el número de siete de enero de 1855, inserta un artículo en su primera página bajo el epígrafe “Advertencia”, en el que da cuenta de haber ingresado 40.000 reales en el Banco de San Fernando para que la publicación fuera considerada oficialmente como “periódico político”, y obtener por este medio “la competente autorización para dar un poco más de vuelo a nuestras ideas y algún desahogo más a nuestro ardiente deseo de ocuparnos, en interés del país, en el examen de ciertas cuestiones económicas y administrativas imprudentemente iniciadas por la revolución”, al mismo tiempo que Augusto de Burgos publica también artículos de carácter político en el periódico El faro nacional (1851-1865), de Francisco Pareja de Alarcón. El último número de la colección de este título de la Biblioteca Nacional de España corresponde al 16 de julio de 1855. Se desconoce si aparecieron algunos más, pero en el mismo algunos de sus textos por entregas expresan al final que “continuarán”, y no aparece ninguna indicación que apunte a su suspensión.