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El Cardo (Madrid)

Arte y sport (Madrid)
Revistas de información general
Semanario político, literario y artístico fundado y dirigido por el marqués de Alta Villa, José Ramiro de la Puente y González Nandín, empresario y autor de un método de canto lírico publicado en 1905. Fue secretario personal de Isabel II en París, donde ésta vivió exiliada tras ser destronada en 1868, y en la capital francesa se movió por los círculos musicales más selectos y conoció de cerca estilos y repertorios, además de promover la música vocal española. Es necesario conocer un poco la biografía del fundador para comprender el cajón de sastre que es esta publicación, donde en sus escasas páginas se mezclan la política, la crónica de la alta sociedad y la música, sobre todo la ópera, dado que el marqués de Alta-Villa fue además maestro de canto. En el catálogo de periodistas españoles del siglo XIX escrito por Manuel Ossorio y Bernard, podemos leer también que José Ramiro de la Puente y González Nandín fue colaborador de distintos periódicos franceses y españoles e ingresó en 1901 en la Real Academia de Bellas Artes. En su primer número, bajo el título ‘Aquí Estamos’, el marqués de Alta-Villa firma con iniciales un artículo en el que se declara independiente en política: ‘Todos los partidos nos merecen igual consideración; todas las creencias nos son igualmente respetables; defenderemos lo justo y atacaremos sin piedad todo aquello que no merezca otra cosa’, afirma pomposamente, aunque su vínculo con la monarquía era evidente. Como buen conocedor que era, en este primer número incluye un suelto dedicado al estreno de la última producción de Verdi en el Teatro Real en el que señala que, igual que ocurrió el año anterior con una obra de Wagner, es un espectáculo ‘muy caro para tenerlo durante tantos meses en Madrid, donde tenemos poco dinero, y afición al arte musical ninguna’. El semanario, con números que no pasaban de seis páginas al principio, incluía en la última lo que llamaba Aleluyas de El Cardo, que eran historietas a toda plana de contenido satírico político, con dibujos de Cilla, Pons, Rojas y otros maestros de la caricatura del momento. Esta curiosa sección antecedente del comic pasó a la penúltima página a medida que la publicación fue ganando publicidad para la última. Pero pasó a ser la primera página a partir del número de 31 de mayo de 1894, donde la aleluya se dedica al político Alberto Aguilera, que llegó a ser alcalde de Madrid. Las caricaturas debieron de ser lo más popular del semanario, de ahí que ocuparan en adelante toda la portada y que la historieta fuera dejando paso a otras composiciones, chistes, escenas costumbristas, comentarios ilustrados de actualidad, caricaturas de otros personajes aparte de políticos, etc., hasta llegar a ser sólo una figura o una escena la que protagonizara la página. En el número de 13 de agosto de 1897, por ejemplo, el semanario recrea con un dibujo el asesinato en el balneario de Santa Águeda del presidente del Gobierno, Antonio Cánovas del Castillo. Para entonces, la publicación había ido ganando páginas -llegará a tener 24- y ha pasado a incluir otras páginas con dibujos a plana entera, lo que le convierte prácticamente en un semanario ilustrado. El 8 de enero de 1902 cambia la portada para pasar a subtitularse: Literatura, Arte, Actualidades Políticas, Caza, Pesca, Sport, y comienza a incluir fotografías. En su último número de 30 de junio de 1903, la revista comunica su fusión con los periódicos Bilbao deportivo y Vida deportiva, éste último de Barcelona, con lo que pasará a llamarse Arte y Sport. En la despedida de El Cardo, el marqués de Alta Villa confiesa que en sus diez años de existencia ‘ni una demanda, ni una reclamación, ni el menor disgusto hemos sufrido’. [Descripción publicada el 22/05/2020]