Publicación fundada y dirigida por Enrique de la Torre, cuyo primera entrega aparece en 1893, editándose todos los años, hasta 1935, en volúmenes entre 240 y 522 páginas, al estilo de los Manual Poor americanos o guías en la que se sintetizan estadísticas y otros datos financieros o industriales de las compañías de ferrocarriles y los referidos al uso de estos, como son sus itinerarios o sus tarifas. Contiene también noticias históricas y dedica varias páginas a bibliografía sobre el sector, tanto española como extranjera. En sus entregas, Pedro Ribera, ingeniero jefe del Servicio del Movimiento de la compañía Caminos de Hierro del Norte de España, suele publicar una introducción, y en la primera señala la utilidad del anuario para el hombre de negocios, el accionista, el productor, el industrial, el comerciante o el empleado de ferrocarriles, y también para todo el que siga con atención el progreso de esta industria.
Además de apuntes históricos, alguna crónica de su director y estadísticas de material, recorridos de trenes, distancias kilométricas, estaciones de las líneas, número de viajeros, equipajes, mercancías, índices de tarifas, accidentes o velocidades o sobre la extensión de las redes ferroviarias en todo el mundo y, especialmente, en España, da cuenta de la situación financiera, capital, cotizaciones bursátiles o ingresos de las compañías explotadoras de estos servicios, de los miembros de sus consejos de Administración, de su alto personal y número de empelados. También ofrece extractos de legislación comercial y disposiciones oficiales sobre ferrocarriles y, al final de cada volumen, un mapa estampado a varios colores de todas las líneas ferroviarias de España y un índice de los contenidos de cada volumen. También inserta anuncios publicitarios, colocándolos en las primeras y últimas páginas, sobre todo relativos a la industria del ferrocarril, utilizando a veces papel de distinto color para la estampación de estos, algunos de los cuales van acompañados de algún grabado de la marca comercial.
La información estadística que ofrece procede de las propias memorias de las compañías ferroviarias, algunas de las cuales hicieron caso omiso a la petición de su editor, otras no la enviaron todos los años y de las recibidas, unas eran muy concisas y otras no. El anuario –que es conocido por el nombre de su editor- había sido declarado de “utilidad general” por real orden de 20 de octubre de 1894, y está conceptuado como fuente básica y de primer orden –cuasi empresarial- para el conocimiento de la evolución del sector ferroviario español del periodo.
De la Torre fue empleado de Intervención y Estadística y después jefe de Tráfico de la compañía Caminos de Hierro del Norte de España. En 1905, figuraba como secretario de la Asociación General de Empleados y Obreros de los Ferrocarriles, organización a la que criticará años después por su proceder gremialista y su falta de sensibilidad social (Esmeralda Ballesteros Doncel y Tomás Martínez Vara: 2001); publicó varios libros de carácter eminentemente práctico y asimismo fue director de la Gaceta de los caminos de hierro (1856-1936). Su principal obra fue este anuario.
La colección de este título en la Biblioteca Nacional de España alcanza hasta 1927, faltando los anuarios de 1896, 1900, 1910, 1920, 1923 y 1926. También dio información sobre otros medios de transporte de la misma naturaleza y en sus últimos años pudo ampliar su título a: Anuario de ferrocarriles y tranvías españoles. Tras comenzar la guerra civil en 1936, dejó de publicarse. Alfonso López Hernández (2008) es autor de un catálogo de revistas ferroviarias españolas, y Carlos Ara, de una breve historia de las guías ferroviarias, publicado en la revista Vía libre.