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El Moro Muza (1859)

Don Junípero
Revistas satíricas y humorísticas || Cultura
Una de las publicaciones de carácter satírico de mayor longevidad del siglo XIX cubano, obra del vallisoletano Juan Martínez Villergas (1817-1894), considerado como uno de los más destacados periodistas, críticos y poetas satíricos del periodo, quien metido en política y conspiraciones tendrá que abandonar España y emigrar no sólo a Francia sino a otros países de América, en donde además llegará a ocupar cargos consulares del gobierno español. Tras haber recalado en La Habana y editar su primer periódico aquí –La Charanga (1857-1858)- comenzó a publicar este título a partir del 16 de octubre de 1859, en entregas semanales –salió cada domingo- de ocho páginas, compuestas a tres columnas, estampadas en la Librería e Imprenta de El Iris, de Majin Pujola y Cª, y en la Imprenta y Librería Militar, de la viuda e hijos de Soler. Con el subtítulo “periódico satírico burlesco de costumbres y literatura, dulce como los dátiles y nutritivo como el alcuzcuz”, que después se fue modificando, su cabecera va a acompañada de un grabado -que también varió-, obra de Francisco Cisneros, autor también de pequeños dibujos y viñetas en sus páginas interiores. En su primera entrega se incluye como regalo a sus lectores una litografía de Leopoldo O’Donnell, y más adelante insertará en cada entrega una o dos páginas litografiadas con retratos, caricaturas y dibujos de humor gráfico, de sátiras sobre temas y costumbres cubanas, obra principalmente del bilbaíno Víctor Patricio Landaluze (o Landaluce), pintor y dibujante pero también militar español que había asimismo recalado en la isla y será considerado pionero de la historieta gráfica. Las páginas del semanario, de cuidada impresión y diseño, están densamente ocupadas por textos en prosa y verso (diálogos, entrevistas, semblanzas biográficas, relatos, sonetos, folletines), algunos de los cuales fueron copiados de revistas francesas, así como algunos grabados cuyas firmas eran previamente borradas. La mayor parte de los textos están firmados bajo seudónimos –aunque debieron ser obra casi en su totalidad del propio Villergas- y su ánimo satírico no es muy acusado, no siendo un periódico de perfil político, a juicio de Manuel Barrero. La primera época de El Moro Muza alcanza hasta el 12 de septiembre de 1869, y la misma comprende hasta seis series. Villergas –que se autodefine en la propia cabecera de su periódico como “viajero sistemático y antiguo cazador de sinsontes”- regresará por esas fechas de España, en donde un año antes había estallado la Septembrina que dará lugar al Sexenio Democrático (1868-1874), pero también a la Guerra de los Diez Años, la primera contra el colonialismo español en suelo cubano. Su periódico iniciará en octubre de 1869 otra nueva etapa, cuya colección también puede consultarse en esta Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España. Claudia Molés Pintor es autora del trabajo El Moro Muza: una espada periodística en la Cuba colonial (1859-1877). El primer ejemplar de la colección de la BNE, con fecha 16/10/1859, incluye, encuadernado con el original, una litografía publicada como regalo para los suscriptores de El Moro Muza. En esta consta la fecha 8/3/1860, aunque no se sabe con certeza si acompañaba a un ejemplar de la revista publicado con posterioridad. Se ha incluido en esta hemeroteca digital en un archivo independiente con la fecha indicada. [Descripción publicada el 18/11/2022]