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Almanaque de "El Imparcial" para ...

Almanaques
La colección de la Biblioteca Nacional de España (BNE) sólo dispone de las primeras tres decenas de páginas de este almanaque del diario madrileño El Imparcial (1867-1933) para el año 1901, por lo que se trata de un volumen incompleto. Este tipo de publicaciones anuales se generalizaron sobre todo durante el último tercio del siglo XIX editadas por periódicos y revistas, en las que junto a la estampación de los meses del calendario, con indicación del santoral de cada día y otros datos de tipo astronómico o cronológico, se insertaban sobre todo textos de creación literaria o de divulgación. En el caso de este calendario de El Imparcial, sabemos por la reseña que publica la revista Alrededor del mundo (10 en. 1901) que el mismo insertó más de trescientos grabados, entre dibujos, chistes gráficos y especialmente fotograbados, señalando que “es una verdadero tour de force de organización, de literatura y de ciencia”. Su primer artículo –Ahí te quedas siglo amargo- lo firma Mariano de Cavia; le sigue una semblanza del ilustre cirujano Federico Rubio (con fotografía), firmada por Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), y otra semblanza de este ilustre científico (con una foto en su laboratorio), firmada por el citado Federico Rubio y Galí (1827-1902); un artículo sobre la evolución en el vestido, de Eusebio Blasco; una historieta (fotonovela), de Asenjo; el cuento El Tiempo, de Emilia Pardo Bazán, y una crónica sobre la antigua Sudáfrica, acompañada con numerosos fotograbados, firmada por Vicente Vera. Entre otros autores y textos que son publicados por el almanaque se pueden citar los de un reportaje sobre China, firmado por Juan de Pekín; otro sobre el siglo veinte, por Luis Taboada; sobre la medicina española del XIX, por José Verdes Montenegro; o sobre tauromaquia, por A. Rodríguez Chaves; un cuento, de Antonio de Balbuena; otros textos de Manuel de Palacio, José de Echegaray, Eugenio Selles o F. Navarro Ledesma, y el soneto La rima, de Miguel de Unamuno. La cubierta de este almanaque –que no se encuentra tampoco en el ejemplar de la BNE– está estampada en color, pintada por Blanco Doris y grabada por Milán. Está impreso en los talleres de Romero.