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La Visitadora sanitaria

Medicina
Publicación profesional de las enfermeras que desarrollaban su actividad en el campo de la medicina preventiva y que realizaban su trabajo en los distintos niveles de la sanidad pública y en algunas instituciones de carácter privado. Se trata de una revista trimestral de 32 páginas de la que la BNE posee los cinco primeros números y se desconoce si hubo alguno más. La publicación salió en el último trimestre de 1934, unos meses después de que se constituyera la Asociación Profesional de Visitadoras Sanitarias, presidida por Mercedes Milá. En su primer número, el boletín expresaba su deseo de ‘llevar a las asociadas, especialmente a las de los centros rurales, un tanto aisladas a veces en pueblos lejanos, las noticias que profesionalmente puedan interesarles junto con los artículos técnicos que, instruyéndolas, vayan conservando y renovando su cultura sanitaria’. Este primer número contaba también con un saludo del doctor Gustavo Pittaluga, una de las eminencias médicas de la España de la época, a cuya iniciativa se debió la creación de la Escuela de Enfermeras de Sanidad. Parte importante del contenido del boletín era informar sobre noticias de interés estrictamente profesional y laboral como vacantes, oposiciones, congresos, conferencias… Como auxiliares de los médicos que ejercían sus actividades en los campos de la higiene social y la salud pública (lucha antituberculosa, antivenérea, higiene infantil, etc.), las visitadoras sanitarias se encargaban, en primer lugar, de estudiar las condiciones sociales y sanitarias de los individuos y de las familias, de conocer el estado de sus viviendas, los hábitos y características de su alimentación, etc. En segundo lugar, una vez recogida la información, intentaban explicar a la población la manera de obtener el mayor provecho higiénico de sus condiciones de vida, se planteaban la posible modificación de las circunstancias perjudiciales para la salud, y en general, ejercían una función de instructoras de las familias. En la revista colaboraban especialistas en salud pública y las propias visitadoras, a quien se calificaba de misioneras de la higiene. La lucha tuberculosa fue uno de los primeros campos en los que estas nuevas profesionales ejercieron su actividad. En un artículo firmado por el doctor Verdes Montenegro, que apareció también en el primer número, se menciona el trabajo pionero que visitadoras sanitarias de Cruz Roja realizaron en el dispensario antituberculoso de Peñuelas, en Madrid: ‘dibujaban los planos de las viviendas, procuraban la distribución de la familia de forma que disminuyeran las ocasiones de contagio, y educaban a todos en la práctica de la higiene’. La Asociación Profesional de Visitadoras Sanitarias contaba en el momento de su constitución con 109 asociadas repartidas por toda España ocupando puestos de trabajo en los servicios de higiene infantil, centros de higiene rural, dispensarios antituberculosos, instituciones de carácter docente (Escuela Nacional de Puericultura, Escuela Nacional de Sanidad), centros asistenciales de diferente naturaleza, e instancias administrativo sanitarias. Para obtener más información sobre esta asociación y su revista se puede consultar online la publicación de la Universidad de Alicante ‘Historia de la Enfermería de Salud Pública en España (1860-1977)’, de Josep Bernabeu Mestre y Encarna Gascón Pérez. [Descripción publicada el 17/08/2022]