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La Nación (Madrid. 1849)

Periódicos
Es un diario de largo alcance que nació como “órgano de la fracción derechista del progresismo, surgida como reacción frente al recién nacido partido democrático”, indica Seoane (1983), que al principio estará próximo a los “puritanos” del partido moderado e inspirado por el jurista y político liberal esparterista Manuel Cortina (1802-1876). Aparece por vez primera el uno de mayo de 1840, siendo su primer director Luis Sagastí García Herrero, y su primer editor responsable, Jesualdo Costa. Estampado en imprenta propia, a cargo de José Ferrer, sus números serán de cuatro páginas y compuestos a cinco columnas. Desde el uno de noviembre de 1851, aumentará su formato. A Sagastí le siguieron en la dirección José Rua Figueroa y Daniel Carballo, y entre sus redactores estuvieron Mariano Castillo, Antonio Flores, Francisco de Paula Montemar, Antonio Romero Ortiz y Joaquín Ruiz Cañavate (Hartzenbusch: 1894). Su primer subtítulo será “periódico progresista constitucional”. No se publicará desde el 29 de junio al dos de julio de 1854, ni tampoco desde el cinco al catorce de ese mismo mes y año. A partir de entonces su subtítulo será “eco de la revolución de julio”. El número 2.581 y último de esta su primera época corresponderá al uno de noviembre de 1856. Pascual Madoz (1806-1870) refundará de nuevo el diario, que comenzará a publicarse, con nueva secuencia el dos de mayo de 1864, sin ningún subtítulo (después adoptará el de “diario progresista”), bajo la dirección de Julián Santín de Quevedo (-1883) y estampado en la Imprenta de Estrada, Díaz y López, siendo su primer editor responsable Celestino García. Tras Santín lo dirigirá el propio Madoz, que le dará un espíritu progresista más templado, y después, Ricardo Molina; hasta publicar su número correspondiente al 21 de junio de 1866, cuando salía de la Imprenta de Faraldo y Pastor, despareciendo víctima, como la demás prensa democrática, de la sublevación anti-isabelina del cuartel madrileño de San Gil el día siguiente. Se sabe que durante ese año, Santín y Molina, entre otros, publicaban este título como revista quincenal, con el subtítulo “revista hispano-americana”, desconociéndose si era un suplemento del diario, o fue publicada tras el cierre del mismo. Siguiendo la secuencia numérica de su anterior etapa, el dos de enero de 1868, reaparecerá otra vez el diario La Nación, siendo su director Emilio Nieto y Pérez (1845-1906), que después será el segundo marqués de Guadarlezas; y su administrador, José María Faraldo, en cuya imprenta seguirá estampándose. Adoptará como subtítulos “diario progresista”, “diario político” y, por último, “diario político y literario de la tarde”. En esta última época fue órgano de la democracia monárquica inspirada por Nicolás María Rivero (185-1878. Fue partidario amadeista y siguió publicándose hasta el primer ensayo republicano, en 1873. A lo largo de su vida, el diario La Nación estuvo dirigido por destacados políticos progresistas, algunos de ellos eminentes jurisconsultos. Entre los redactores de sus dos últimas épocas se encuentran Augusto Anguita, José Becerra Armesto, Manuel María Flamant, Miguel Jorro, Gabriel Llamas, Ricardo Molina, Eduardo Perié y, especialmente, Benito Pérez Galdós (1843-1920), según indica Hartzenbusch (1894). Destacan en este diario sus artículos de fondo y gacetillas, y aunque respirara anticlericalismo tendrá también sección religiosa, además de dar cuenta y difundir las actividades propias del Partido Progresista. Asimismo, a partir del tres de febrero de 1865, comenzará a escribir en sus páginas un entonces joven Galdós, quien será el autor de secciones como Revista de la semana o Revista de Madrid, especie de crónica política, literaria, teatral y social madrileña, que aparecerán insertas en la parte inferior de su primera plana, el lugar que solía ser ocupado por el folletín en la prensa. El último número de este título en la Biblioteca Nacional de España corresponde al 2.567 (año X), del 22 de noviembre de 1873. Shoemaker reunió los artículos publicados por Galdós en La Nación, entre 1865 y 1858, en un volumen editado por Ínsula en 1972. También ha estudiado esta actividad galdosiana Cecilio Alonso.