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Boletín de comercio (Madrid. 1832)

Periódicos anteriores a 1850
Este periódico nació como otros en los últimos años del reinado de Fernando VII, cuando el absolutismo real había aflojado la dura represión llevada a cabo contra los liberales tras la abolición de la Constitución de 1812 y el final del llamado Trienio Liberal en 1823. Es un periodo en que se desarrolla en España el movimiento literario y artístico del Romanticismo y en que nacen nuevos géneros periodísticos. En relación con la materia específica de esta publicación es relevante saber que, poco antes, en 1829 se aprobó el primer Código de Comercio de España. El número 1 del Boletín de Comercio salió en noviembre de 1832, casi un mes después de la amnistía promovida por la reina María Cristina, todavía en vida del rey, que permitió la vuelta a España de muchos liberales, no de todos. La amnistía estaba promovida por los absolutistas reformistas, opuestos a los absolutistas ultras que apoyarían luego la sucesión de don Carlos, hermano de Fernando VII, en contra de Isabel, la hija del rey. El periódico, editado por la Junta del Real Consulado de Madrid, dependía del Gobierno reformista de Cea Bermúdez, que fue quien impulsó dicha amnistía y defendía la sucesión al trono de Isabel. Pese a titularse Boletín de Comercio, Pedro Gómez Aparicio informa en su Historia del Periodismo Español que la publicación corrió a cargo de escritores como Bretón de los Herreros, Fermín Caballero, Serafín Estébanez Calderón y Antonio Gil y Zárate. Fue este mismo año de 1832 en que Larra inició la publicación de su periódico El Pobrecito Hablador. Aunque el contenido del Boletín de Comercio estaba volcado en artículos sobre la industria, la producción, la agricultura y la economía y el comercio en general, en una segunda época iniciada con el número 20 del 22 de enero de 1833 la parte estrictamente literaria y la crítica teatral, aunque secundaria, fue ganando terreno al tiempo que se reorganizaba la información con otras secciones como una de Comercio de Libros y otra de Variedades. Los decretos y órdenes ministeriales relacionados con la industria y el comercio, así como de otras materias, seguirían teniendo, como desde el principio, la prioridad informativa. El periódico, que salía dos veces por semana, y más tarde tres, siguió con sus cuatro páginas iniciales y sus secciones de Noticias extranjeras y nacionales y la información de la Bolsa de Comercio de Madrid, así como de Fondos Públicos y cifras y cuadros estadísticos de distintos ramos de industria y de intercambios comerciales. A la muerte del rey a finales de septiembre de 1833, el Boletín de Comercio se puso al servicio de la reina niña Isabel II y su madre la regente María Cristina. Cesó el 30 de marzo de 1834 una vez que el liberal moderado Francisco Martínez de la Rosa sustituyó a Cea Bermúdez al frente del Gobierno. Nació entonces el Eco del Comercio como continuación, aunque con espíritu más liberal y en el que inicialmente participaron colaboradores del Boletín de Comercio. [Descripción publicada el 11/09/2023]