Subtitulada como “revista hispanoamericana”, es otro ejemplo de publicación de las que se editan en España al calor de un renacido espíritu americanista español durante la dictadura primoriverista y las exposiciones internacionales de Sevilla y Barcelona, y dedicada a “una constante exaltación de los valores espirituales, materiales y artísticos de cuantos países americanos hablan nuestro idioma”, tal como se expresaba en su primer número. De periodicidad trimestral y más de un centenar de páginas por número, estuvo dirigida por Gumersindo Puertas Rubio y tuvo como gerentes, primero, a Miguel B. Abiama y, después, a Francisco Ruiz.
El primer número dedicado enteramente a Cuba, aunque en los siguientes continuó ofreciendo informaciones sobre la isla, y el cuarto dedicado a Venezuela. Contiene artículos de ensayo sobre las repúblicas hispanoamericanas y también sobre España, sobre la que incluía artículos de actualidad política. Ofrece artículos y crónicas de historia, política, arquitectura, urbanismo, bellas artes, literatura, bibliografía, viajes, turismo, sociedad, ciencia, comercio, economía, diplomacia, relaciones internacionales, etc.
Profusamente ilustrada con fotografías de gran calidad en blanco y negro, algunas de ellas del madrileño Alfonso, en las que aparecen retratos de políticos, intelectuales, artistas, profesionales, reproducciones artísticas y vistas de ciudades, industrias y comercios, tanto españoles como hispanoamericanos. Entre sus colaboradores estuvieron Luis Araquistáin, Ramiro Guerra o Joaquín Dicenta. Contenía numerosos anuncios publicitarios tanto españoles como hispanoamericanos. Aún se publicaba en 1929.