Debió comenzar a publicarse en los primeros días de marzo de 1822, sin periodicidad fija y sin datar sus números, pero con una frecuencia de unos dos números a la semana de entre cuatro y ocho páginas cada uno, con la intención de presentar los acontecimientos políticos locales “bajo un aspecto diferente”. Sus editores y principales redactores formaban parte del Regimiento de la Princesa, acantonado en la ciudad de Murcia.
Sin secciones fijas, sus contenidos son artículos políticos, algunos remitidos, dedicados en su mayor parte a impugnar los periódicos locales exaltados o comuneros, como Correo murciano, El chismoso y El redactor, a cuyos redactores califica de “canalla”. Gil Novales le tilda de “anillero”, lo que equivaldría a servil enmascarado y embustero, calificación que corrobora García Soriano al definirlo como “periódico realista disfrazado de constitucional”.
Publica asimismo suplementos y es estampado en la imprenta de un liberal declarado como Mariano Bellido, hasta su número 15. A partir del siguiente elimina el gentilicio de su título y comienza a salir de otra imprenta murciana.