Periódico de la tarde de frecuencia diaria (excepto los domingos), que se declara antirrevolucionario, pero también antirreaccionario y enemigo de la oposición ultraconservadora, y que estando adscrito al Partido Moderado, encarna una tendencia centrista defensora del liberalismo y la monarquía, de carácter independiente no sumiso siempre al general Narváez y sus ministerios. Sucedió a El neutral, que había aparecido unos meses antes, y es estampado en la imprenta de Gregorio Salcedo, que será también su editor responsable, aunque después lo hará en imprenta propia, sucediéndole también diversos editores responsables, como Lorenzo de Andrés, Liberato Mangado o Juan Álvarez. Durante algún tiempo fue dirigido por Aniceto de Álvaro. Considerándose como diario “político e industrial”, contiene artículos de este tipo, así como otros textos repartidos en secciones, como boletín del reino, que después será denominado español, en donde incluye las noticias de provincias; boletín extranjero; gacetín oficial, dando cuenta de normativas administrativas; noticias locales en una sección denominada Madrid, y otras diversas bajo los epígrafes novedades y variedades. También ofrece información de las sesiones parlamentarias y del gobierno, sobre espectáculos, teatros, toros, una revista de prensa comentada, y sobre precios de materias primas de los mercados, fondos públicos y cotizaciones de las bolsas de Madrid y extranjeras, y algunos textos en verso y anuncios comerciales. Solía aparecer a las cuatro de la tarde con las noticias que habían llegado a su redacción hasta las doce del mediodía y durante unos meses de 1848 llegó a tirar a las ocho de la tarde una hoja aparte titulada Última hora del popular.