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Trazos (Madrid)

Arte
Revista de arte de periodicidad mensual fundada en 1934 de la que la Biblioteca Nacional sólo posee un número, aunque se editaron al menos seis. Su director fue Fernando Barrachina, de quien se puede apreciar un dibujo a plumilla en este mismo ejemplar correspondiente al mes de septiembre y en cuya portada aparece una bellísima fotografía de dos cisnes con el título Un beso, del fotógrafo Stuyck. Dado lo efímero de la publicación, apenas hay información sobre ella salvo la que se puede obtener de los mismos números editados. Por una breve reseña publicada en ABC el 25 de mayo de 1934, cuando salió el primer número, podemos conocer que en principio el subtítulo era ‘revista de arte decorativo’ (luego quedó simplemente en revista de arte) y que su director, Barrachina, era ayudante de Obras Públicas. El redactor jefe, José Guillot Carratalá, fue autor de varios libros sobre cerámica y gremios artesanos, entre otras monografías, en la década de 1950. En las páginas de Trazos podían encontrarse artículos ilustrados con fotografías o dibujos sobre escultura, pintura, arquitectura, dibujo, orfebrería, cerámica, grabado, figurinismo, rotulación y otras artes decorativas. La publicación contó con numerosos colaboradores, entre los que destacan los pintores José Bardasano y Josep Renau y el escultor Mariano Benlliure; este último con un artículo en el número 2 del mes de junio. Una relación de colaboradores figuraba en la contraportada de cada número. La revista comenzó con 24 páginas, aunque el número 6 de octubre, que posiblemente fuera el último, sólo cuenta con 16. El que posee la BNE tiene 28 y en él aparece una colaboración autógrafa de José Francés, que en ese momento era secretario general de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Francés, que fue crítico de arte, periodista y novelista, señala en estas líneas que Trazos ‘significa espejo limpísimo de la vida artística española’ y que puede compararse con las mejores revistas extranjeras. En este mismo número la revista anunciaba proyectos de mejora, con más páginas y grabados a toda plana, además de añadir gradualmente el color. Su objetivo confesado era llegar a ser la mejor revista de arte de España. Estos planes se debieron truncar según se deduce del hecho que no parezca haber números más allá de octubre de 1934. [Descripción publicada el 31/03/2020]