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Avance (Oviedo)

Avance (Gijón) || Avance (Oviedo)
UGT
Federación Socialista Asturiana
Guerra civil || Periódicos || Socialismo
Este “diario de la mañana” comienza a publicarse el 15 de noviembre de 1931, en Oviedo, con las aportaciones económicas del socialista Sindicato de los Obreros Mineros de Asturias (SOMA), liderado por Amador Fernández Montes (1894-1960), -que será gerente y “alma” del periódico- y la entidad Cámara Minera, dando lugar a la constitución de la Editorial Obrera Asturiana, cuyo consejo de administración estuvo presidido por Ramón González Peña (1888-1952), a la sazón presidente de la Cooperativa de la Mina San Vicente, propiedad del citado sindicato. Su primer director, fue el republicano, escritor y catedrático Antonio Ortega (1903-1970), quien compartiría la dirección con el socialista moderado Juan Antonio Suárez, que ya había dirigido La Aurora social (1896-1930), veterano semanario socialista editado, primero, en Gijón y, después, en Oviedo, y del que Avance se considera heredero. Es un diario de información general, con editoriales y artículos de opinión, información política nacional e internacional, noticias económicas y locales o de deportes, y con gran parte de su última plana dedicada a insertar anuncios comerciales. Se convirtió en el tercer gran diario del PSOE, tras El Socialista (Madrid: 1886) y El Liberal (Bilbao: 1901-1937), adquirido por Indalecio Prieto en 1929; obteniendo tiradas medias de 13.000 ejemplares y alcanzando en algunas etapas los 23.500. Contó con colaboraciones de Francisco Cruz Salido, Luis Bello, Antonio Zozalla o Pedro de Répide. Pero su gran éxito se debió a un socialista “más avanzado”, al periodista madrileño Javier Bueno (1891-1939), tras asumir su dirección el uno de julio de 1933, acompañado de un nuevo equipo en el que se incorporaron, como redactor-jefe, Ignacio Lavilla (1895-1980); como comentarista político, Ovidio González Díaz (1909-), conocido por el seudónimo Ovidio Gondi, o Jesús Ibáñez (1889-1948), entre otros. Fue el único diario de izquierdas -y adscrito a la UGT y al PSOE- entre los ocho asturianos que se publicaron durante el periodo republicano, siendo esta provincia uno de los principales núcleos españoles del movimiento obrero, pasando este sindicato de los 17.782 afiliados, en 1931 (cuando la CNT contaba con 24.881 afiliados), a los 27.228, en 1933, y siendo el partido socialista la principal fuerza electoral asturiana, con gran arraigo en las cuencas mineras (Checa Godoy: 1989). Manuel F. Avello (1976), en su historia sobre la prensa asturiana, señalará que fue un diario “bien dotado técnicamente y servido por profesionales” que conocían bien el oficio del periodismo, influyendo “notoriamente en la vida provincial”, compartiendo la máxima circulación de la prensa asturiana con los también diarios ovetenses La Voz de Asturias (1923) y Región (1923). Bueno le dio a Avance un renovado y moderno diseño y aumentó sus entregas a ocho grandes páginas, coincidiendo con el proceso de clima prerrevolucionario que acabaría en el estallido insurreccional asturiano de 1934, al que no fue ajeno (Uría: 1984). Ya desde noviembre de 1933 había empezado a afrontar diversos problemas con la censura, lloviéndole las denuncias y cuantiosas multas, y tras publicar su número del cinco de octubre de 1934, será suspendido, acabando así su primera época, al tiempo que el propio Bueno y otros redactores son encarcelados, al ser acusados de instigadores de la insurrección. Así mismo, la sede del periódico fue incendiada. Por su parte, Gómez Aparicio pondrá el epígrafe “motor revolucionario” a la descripción de este título en su Historia del periodismo español (1981). Ocupará su lugar el también diario pro-socialista La Tarde (1935), y tras ser adquirida una nueva y moderna maquinaria de impresión, Avance reaparece el 25 de junio de 1936, en vísperas de la guerra civil, adoptando “una actitud más radical” (Seoane y Sáiz (1996). El sábado, 18 de julio de ese año, publica el último número de esta brevísima segunda época. Triunfante la sublevación del coronel Antonio Aranda (1888-1979) en Oviedo, la redacción y recién estrenados talleres de Avance, junto a su stock de papel, fueron confiscados y puestos a disposición de Falange, que comenzó a editar el diario La Nueva España, al que se pasó como fundador uno de sus colaboradores: José Antonio Cepeda Álvarez (1883-1944). El uno de enero de 1937, el diario Avance comienza ahora a ser editado en Gijón, ciudad a la que previamente había sido trasladado el Consejo Interprovincial de Asturias y León. Para ello, el Sindicato de Artes Gráficas dio su autorización para que usara la sede e imprenta del diario El Comercio (1878), a la vez que los sindicatos socialistas vizcaínos se comprometían a abastecerle de papel. Es esta su tercera época, con el subtítulo “diario socialista de Asturias”, y la indicación en su cabecera de las organizaciones de las que es portavoz: Unión General de Trabajadores y Federación Socialista Asturiana (PSOE). Lo dirige de nuevo Bueno, después de haber participado como miliciano en el frente, quien será el autor de sus Notas editoriales. No podrán reincorporarse a su redacción, por la represión fascista que se había desatado en Oviedo, entre otros, Jesús Ibáñez (1889-1948), o el dibujante Francisco Sancha (1874-1936), fallecido en septiembre, siendo ahora sustituido por Faustino Goico Aguirre (1906-1987), que será el autor del chiste gráfico de su primera plana. Permanecen en su redacción Juan Antonio Cabezas Canteli (1900-1993), que asume la funciones de redactor-jefe, además de ofrecer información de los frentes asturianos de la guerra; al igual que lo hace también, además de escribir artículos y comentarios sobre la situación militar, el redactor Juan Manuel Vega Pico (1913-1969) -que usa el seudónimo Boy-, así como el ya citado Juan Antonio Suárez, Rufino García (dedicado a temas literarios) o José Antonio Hernández (que sería fusilado). Además, contó con corresponsales locales en las principales villas y pueblos. Como colaboradores asiduos tuvo a Loredo Aparicio, Rogelio Gracia, Enrique G. Riestra, A. Arias Carreño, Castro G. Roza, Emilio Palacios, Juan Ambou, Guillermo Rionda o F. Zapico Loredo. Y entre sus colaboraciones también aparecen las firmas de Manuel Altolaguirre, José Bergamín, Eduardo Zamacois, Antonio Porras, Mario Mariani o Francisco Caramés, del que publicó unos reportajes de los frentes centro-sur. “Aunque bastante distinto… con muchas limitaciones y deficiencias, poco había cambiado en su espíritu e intenciones” señala Juan Carlos García Miranda (1982) al analizar esta tercera época de Avance. La guerra “no fue capaz de arrebatarle ese carácter de periódico de vanguardia en lo literario y en lo político”, agregando que “lo más brillante del periodismo asturiano de guerra estuvo de una u otra forma vinculado” a este diario. En su primera página insertará el editorial, las principales noticias y el chiste gráfico, y en las siguientes, las secciones Diario de sindicatos, Convocatorias políticas o Noticias militares, así como otras noticias locales y del Ayuntamiento, del Consejo del Frente Popular o de tribunales, además de notas, comunicados o llamamientos de las diferentes organizaciones. Ante la falta de papel para su impresión, sus seis páginas por número (compuestas a siete columnas) se vieron reducidas a cuatro o a dos a partir de julio; además redujo su formato y tuvo que ser estampado en diferentes talleres tipográficos de la ciudad, reduciendo o eliminado prácticamente sus inserciones publicitarias. El último número que publicó corresponde al 20 de octubre de ese año 1937, víspera de la entrada de las tropas franquistas en Gijón. A partir del tres de noviembre, los falangistas comenzarán a publicar en esta ciudad el diario Voluntad. Corresponde a esta tercera época la colección (incompleta) de la Biblioteca Nacional de España, que contiene sólo las entregas de los meses de junio y julio. En el exilio parisino se editaría un Avance, en 1939, dirigido por Alberto Fernández, y con el mismo título aparecieron unas hojas clandestinas en 1944 y 1946. Entre 1974 y 1980, Avance volvió a publicarse (Gabriel Santullano: 2006 y Antonio López de Zuazo: 2008).