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Diario de Cataluña (Barcelona. 1888)

Diario catalán
Periódicos
Periódico ultracatólico fundado por el capellán Félix Sardà Salvany, autor del folleto ‘El liberalismo es pecado’, tenía como inspirador político a Ramón Nocedal y se caracterizó por criticar a otras publicaciones católicas más condescendientes con el liberalismo, como El Correo Catalán o el Diario de Barcelona. Al primero, por ejemplo, por admitir en sus páginas una esquela de un alcalde suicida y al otro por organizar banquetes en tiempos de Cuaresma. El ideario del Diario de Cataluña era claro: “Venimos a sostener el tradicionalismo en toda su integridad, a combatir en el severo espacio de las doctrinas a cuantos barrenan o tergiversen los venerables fueros de Cataluña, restablecidos y promulgados nuevamente en 1872 por Don Carlos”. No obstante, debido a su intransigencia y a no seguir la línea marcada por el carlismo, el diario fue expulsado de sus filas junto con otros 23 periódicos españoles firmantes del llamado Manifiesto de Burgos, que daría origen al partido integrista fundado por Nocedal, director de El Siglo Futuro. Con cuatro páginas y compuesto a cuatro columnas, dedicaba la primera columna de portada a publicidad, así como la última página, algo que ya venía siendo habitual en los periódicos doctrinarios con el fin de financiarse. Carecía de ilustraciones aunque de vez en cuando publicaba en portada alguna imagen religiosa. Lógicamente, la información religiosa, como las cartas o declaraciones del Papa, era predominantes en el diario, que también contaba con una sección comercial y otra titulada ‘Telegramas’ dedicada a comentar la actualidad nacional. En mayo de 1891, poco antes de desaparecer, el Diario de Cataluña abrió su portada a toda página durante varios días con los discursos de Ramón Nocedal en el Congreso de los Diputados, recogiendo también las reseñas de los periódicos sobre la intervención del líder integrista. Joaquín Coll Astrell, su director, dimitió el 10 de junio de 1891 por una disputa con el obispado de Barcelona. El propietario decidió entonces cerrar la publicación, lo que ocurrió el día 17 de ese mes con un último número en el que en portada, a toda página, y en grandes caracteres podía leerse: “Viva el Sagrado Corazón de Jesús y su Reinado Social en España y en el mundo entero”. Los problemas económicos estuvieron en el trasfondo de la decisión de cierre, según se puede leer en la despedida del periódico y en el autoanuncio de su última página, donde se ponen a la venta 10.000 kilos de papel del periódico, que se ofrecía al mismo precio de compra siempre que el contrato se hiciera al contado en una semana. Coll Astrell fundaría muy poco después, el 1 de julio de 1891, un nuevo periódico integrista con el nombre de El Diario Catalán que se publicaría hasta 1903. Más información sobre el Diario de Cataluña puede encontrarse en la obra ‘200 anys de prensa diària a Catalunya 1792-1992’, editado por la Fundació Caixa de Catalunya. [Descripción publicada el 26/7/2018]