Con el subtítulo “periódico de modas, artes y oficio”, publicó en Madrid entre el 15 de enero y el 30 de junio de 1839, solo doce entregas de ocho páginas cada una, compuestas a dos columnas, con periodicidad quincenal. Inmaculada Jiménez Morell (1992) señala que no estuvo expresamente dedicado a las mujeres, sino a ambos sexos, a profesionales de la moda, abarcando no sólo a modistas y sastres, sino a sombrereros, zapateros, tapiceros o ebanistas, como elementos del desarrollo industrial; aun así publicaba textos literarios de creación en verso y prosa dirigidos al público femenino.
Salía de la Imprenta de Ferrer y Compañía, aparece como editor responsable Gerónimo Ferrer y Valle, y se le atribuye su dirección a Antonio de Torija y Carresse, autores que firman solo en los primeros números. Entre sus textos aparecen algunos divulgativos sobre economía pública, educación, higiene, artes y oficios o bellas artes.
Ofrece también información sobre el estado de la moda extranjera (especialmente de París) y nacional, así como el desarrollo industrial de obradores y comercios dedicados al vestido, muebles, decoración o carruajes, además de comentarios sobre establecimientos (fondas, cafés y confiterías), actividad teatral, “funciones patrióticas” y “diversiones públicas”, variedades, anécdotas y algunos anuncios.
En cada entrega inserta dos páginas con litografías estampadas en varias tintas (iluminadas) de muebles, carruajes, maquinaria, algún invento o monumento, y de figurines de moda de señora y caballero, entre otros. Su intención fue imitar a otros periódicos del mismo carácter que se publicaban en París o Londres.
Al final de la colección hay un breve índice manuscrito de materias. En Madrid se publicó otro periódico con el mismo título en 1849, dedicado a sastres y sombrereros.