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La Idea (Madrid. 1905)

Periódicos
Semanario republicano en el que primaba lo doctrinario sobre lo informativo, llevaba como lema en el subtítulo: Fraternidad e independencia, democracia y descentralización, para diferenciarse de otros periódicos republicanos con diferente sensibilidad o seguidores de otros líderes. Más adelante incorporó al subtítulo el adjetivo reformista. La Idea fue partidario de la Unión Republicana, formación política fundada en 1903 que gozó de gran éxito durante los primeros años hasta que se acabó disolviendo a causa de las diferencias políticas de sus principales dirigentes, Nicolás Salmerón y Alejandro Lerroux . El semanario apoyará al que fue su mentor, Melquiades Álvarez, político de prestigio situado a la derecha dentro de la citada Unión Republicana. En el número correspondiente al 1 de abril de 1911, la portada del periódico se abre con una fotografía de Melquiades Álvarez y se da cuenta de la acusación que éste formula en el Congreso calificando de injusta la sentencia que condenó a muerte a Ferrer Guardia, el creador de la Escuela Moderna que fue fusilado en Barcelona tras los sucesos de la llamada Semana Trágica de 1909. Se trataba de un periódico de sólo cuatro páginas, la última dedicada a anuncios publicitarios, y sin apenas información gráfica, por lo que la inserción de la fotografía en la portada de Melquiades Álvarez era excepcional y toda una declaración sobre quién era el político y las ideas que el periódico defendía. Además, no era ésta la única imagen. En la misma portada figuraba otra de Rodrigo Soriano, fundador del también periódico republicano España Nueva Álvarez, apodado “Pico de oro” por su excelente oratoria, terminó fundando en 1912 el Partido Reformista, de inspiración republicana pero dispuesto a aceptar una monarquía democrática al considerar accidental la forma de Estado. Quizá fue este cambio de opinión lo que explique la desaparición de La idea (la colección de la BNE concluye en 1912 y no parece que el semanario fuera más allá), aunque pudiera ser que fueran los problemas económicos los que finalmente provocaran su cierre, unido a que el mercado de la prensa republicana estaba bien surtido. En el número de 16 de diciembre de 1912, último que posee la Biblioteca Nacional, figura un suelto dirigido al director de Correos y Telégrafos informando que los paquetes del semanario no llegan a su destino en provincias. “Si es que alguien está interesado en que nuestro periódico desaparezca, que nos lo diga con claridad…”, señala abiertamente el administrador del semanario. [Descripción publicada el 31/10/2019]