Semanario carlista ultracatólico que llevaba por subtítulo el de Periódico de intereses sociales y religiosos. Apareció en el otoño de 1887 y se prolongó hasta 1889. La colección de la Biblioteca Nacional de España está incompleta. Faltan los siete primeros números además de los últimos, que forman parte de una segunda etapa. También suspendió su publicación durante tres meses a partir de julio de 1888.
Haciendo honor a su nombre el periódico, de cuatro páginas, ilustraba su cabecera con un guerrero cristiano de las Cruzadas enarbolando el estandarte de la Cruz. Su contenido estaba dedicado a la propaganda católica, a defender de los ataques al clero y a combatir a los periódicos laicos o republicanos.
El Cruzado estaba dirigido por Leoncio González de Granda, militar que fue el primer oficial del Ejército en alzarse en armas para reivindicar el trono para Carlos de Borbón y Austria-Este (Carlos VII) tras el destronamiento de la reina Isabel II en 1868. Luchó en la III guerra carlista y al final de la misma en 1876 se exilió en Francia. Años después regresó a España para seguir luchando por el carlismo en la prensa.
González de Granda fundó en 1882 junto con Rafael Balanzátegui el periódico El Cabecilla, que tuvo gran aceptación. Coincidió durante algunos años con El Cruzado, que se distribuía gratuitamente a los suscriptores de El Cabecilla, aunque también podía adquirirse por separado.
El Cruzado tenía algunas secciones fijas como las tituladas ‘Montón de frutos laicos’ y ‘Manojo de flores místicas’. Sus artículos de fondo estaban siempre orientados por las encíclicas papales. Aunque casi todos los trabajos eran anónimos o firmados con iniciales contaba con colaboradores como Valentín de Novoa, Antonio de Gándara y Martín Bretón Segura.
En una reseña del Boletín Eclesiástico de Madrid de 1888 se definía así a El Cruzado: ‘Tiene por principal objeto rectificar los falsos conceptos y calumnias que con frecuencia publican los periódicos sectarios contra respetables personas, asociaciones y, sobre todo, contra celosos sacerdotes para extraviar la opinión de las gentes sencillas’.
Parte de la información de este artículo se ha confeccionado con datos del libro ‘Apuntes bibliográficos de la prensa carlista’, de José Navarro Cabanes, publicado en 1917 y que está disponible en abierto en internet
[Descripción publicada el 20/09/2024]