Este periódico fue fundado el 1 de noviembre de 1880 como órgano del Partido Democrático Progresista, formación política que había sido constituida en abril de ese año con la proclamación de un manifiesto, de ahí el título del diario. Dicho manifiesto estaba firmado por figuras relevantes del Sexenio democrático y de la Primera República de 1873, como Nicolás Salmerón, Cristino Martos, Manuel Ruiz Zorrilla o Laureano Figuerola. El partido y el diario que le servía de portavoz eran de ideario republicano, a diferencia del partido demócrata de Emilio Castelar, que era posibilista, es decir defendía el sufragio universal y las libertades, pero sin hacer cuestión de la forma del Estado, fuera república o monarquía. El Partido Democrático Progresista reconocía como jefe a Ruiz Zorrilla, quien se encontraba entonces en el exilio en París, adonde había marchado en 1875 tras la Restauración borbónica. El periódico salía diariamente salvo los lunes, constaba de cuatro páginas y los artículos de fondo ideológicos eran su contenido principal, como era normal en un periódico de partido. Daba información también nacional, de las sesiones del Congreso y el Senado, noticias de Madrid y provincias, así como del extranjero a través de la agencia Fabra. Había también espacio, aunque poco, para la cartelera de espectáculos y para la información de Bolsa. Otra sección estaba dedicada a repasar lo publicado por el resto de la prensa y la última página estaba destinada a los anuncios. La colección de la Biblioteca Nacional de España arranca con el número del 1 de enero de 1881 y concluye con el del 30 de diciembre del mismo año, siendo posible que cesara entonces o que no se prolongara por mucho más tiempo dada las diferencias existentes entre las principales figuras políticas del partido. Así, ya el 1 de mayo de 1881 había aparecido el periódico El Progreso, también órgano del Partido Democrático Progresista, pero con un enfoque más republicano y anticlerical. El partido acabó escindiéndose en noviembre siendo elegido presidente Cristino Martos en contra de Ruiz Zorrilla, quien acabó fundando otro periódico, El Porvenir. En el último número de El Manifiesto puede verse en portada una esquela recordando el aniversario del fallecimiento del general Prim, muerto en atentado el 30 de diciembre de 1870 y del que se hace un encendido elogio como emblema del liberalismo español y gloria nacional. Ruiz Zorrilla había estado muy unido a Prim. Más información sobre la prensa republicana del siglo XIX puede leerse en un artículo de Carmen Pérez Roldán publicado en el número 4 de la revista Historia y Comunicación Social, en 1999, y que está disponible online. [Descripción publicada el 7/07/2023]